¿Por qué no hemos vuelto a la Luna? ¡Hay que ir!
La Luna es nuestro único satélite y de las cosas más admiradas en el cielo nocturno, pero sorprendentemente, el ser humano no ha vuelto desde 1972. ¿Por qué ha sucedido y por qué deberíamos volver?
Es el objeto astronómico con más audiencia de toda la Tierra. Si bien a la mayoría de personas les cuesta identificar las estrellas, las constelaciones y los planetas, la Luna es un elemento más de nuestras vidas como puede ser el mar, una montaña o el Sol. La dibujamos cuando somos pequeños, suspiramos ante ella cuando vamos creciendo y la contemplamos con melancolía cuando ya somos mayores.
Este año 2020 no dejamos de leer noticias sobre descubrimientos astronómicos. Ya sea un nuevo robot paseándose por la superficie de Marte, la detección de un planeta a millones de años luz, el descubrimiento de nuevos agujeros negros o el análisis de las ondas gravitacionales, todas las noticias del espacio llegan de lugares mucho más lejanos que la Luna.
A veces nos da la sensación de que nuestro satélite está tan cerca y lo vemos tan a menudo que nos hemos cansado de él. ¿Es este el motivo por el cual desde hace casi 50 años ningún ser humano ha vuelto a pisar su superficie? ¿Y cuáles son la razones que deberían hacernos replantear esta situación y volver a posarnos sobre ella?
¿Por qué nos hemos olvidado de la Luna?
La realidad es que de la Luna no nos hemos olvidado nunca. Sigue siendo motivo de infinidad de estudios y las muestras que se obtuvieron se continúan analizando. El principal motivo de no volver es el económico. Los recortes llegaron a las agencias espaciales muchos años antes que las recientes crisis.
Luego tenemos otros motivos que podríamos considerar menores pero que se suman a lo anterior. Uno de ellos es el del prestigio. Los países han luchado, desde el inicio de la carrera espacial, en ser los primeros en llegar a la Luna o a planetas próximos. Un claro ejemplo es la competición entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Una vez llegados a la Luna, parece que el interés ha desaparecido.
Otro de los motivos es el del interés científico. Para algunos, la Luna no nos aportaría más de lo que ya conocemos de nuestro satélite, y de un gasto económico tan grande no obtendríamos gran beneficio. Tampoco de la Luna podríamos obtener materias primas o minerales que pudieran incentivar una nueva visita.
¿Por qué hay que volver?
Todo lo que sea conocer más de nuestro mundo debería considerarse como una buena noticia y este es un motivo suficiente para invertir dinero. Más que en armas, por supuesto. Las empresas privadas que se están haciendo un hueco en la industria espacial, como SpaceX de las manos de Elon Musk, sí que están apostando y han admitido que podrían volver a la Luna antes de lo esperado.
Para todos aquellos que consideren que invertir dinero en el espacio es malgastarlo, hay que decir que la tecnología que se crea para poder realizar cada uno de los viajes o los experimentos que tienen lugar, por ejemplo, en la Estación Espacial Internacional, luego se aplica a nuestra vida diaria para hacerla más cómoda o incluso curarnos. Desde instrumentos médicos de última tecnología, nuevos desarrollos en medios de transporte, generación de energía en forma de baterías o la optimización de recursos. Mucho ha aportado la ingeniería espacial. Ojalá viajáramos más al espacio. Todos saldríamos ganando.