¿Por qué no hay un puente entre España y Marruecos? Un vídeo viral tiene la respuesta
Si entre ambos países hay mucha menos distancia que entre Francia y Reino Unido, conectados por el Eurotúnel que discurre por el Canal de la Mancha, ¿qué motivos existen para que Europa y África no puedan unirse por el Estrecho?
En su punto más cercano, Europa y África están separadas por 14,4 km de mar. Es la distancia que existe entre España y Marruecos en el Estrecho de Gibraltar, donde confluyen las aguas del Mediterráneo y el océano Atlántico.
Una longitud que hoy parece inabarcable a pesar de los grandes avances en ingeniería civil que, en otras partes del mundo, han conseguido unir regiones e incluso países a través de mega puentes y túneles.
En el viejo continente, por ejemplo, el Eurotúnel recorre desde 1994 el canal de la Mancha entre Francia y Reino Unido a lo largo de 50,5 km, 39 de ellos submarinos. Entonces, ¿por qué no es posible unir Europa y África?
La longitud no es el problema
España no cuenta con grandes puentes. El más largo, de 5 kilómetros, de los cuales más de tres transcurren por encima del mar, es el de la Constitución de 1812, también conocido como puente de la Pepa. Cruza la bahía de Cádiz uniendo la capital gaditana con Puerto Real.
Un puente que se queda muy pequeño al lado de otras megainfraestructuras que superan el centenar de kilómetros, lo que demuestra que la longitud no sería un problema a la hora de unir ambos continentes. Estas son algunas de las más emblemáticas:
Gran Puente de Danyang-Kunshan, en China
China acapara el mayor número de puentes de gran longitud que existen en el planeta, como el Gran Puente de Cangde (115,9 kilómetros), el Gran Puente de Tianjin (113,700 kilómetros) o el Gran viaducto de Weinan Weihe (102,7 kilómetros).
El Gran Puente de Danyang-Kunshan, un largo viaducto situado en el este de la provincia china de Jiangsu, de 164,8 kilómetros (la distancia entre Madrid y Cuenca), sobre el que discurre la línea de Alta Velocidad Pekín-Shanghái, está considerado -por ahora- el más largo del mundo.
Tiene 20 metros de ancho de media, y cuenta con seis carriles para el tráfico rodado, además de la vía férrea. El puente se levanta sobre 9.500 vigas de cajón huecas de 32 metros de alto.
Solo el tramo que cruza el lago Yangcheng cuenta con más de 2.000 pilares de hormigón prensado y anclados con un novedoso sistema que brinda mayor resistencia ante tsunamis, huracanes o sismos.
Bang Na Expressway, en Tailandia
El Bang Na Expressway es una autopista elevada a 18,60 metros con respecto al suelo, de 54 km de longitud y seis carriles de anchura. Está ubicada en la ciudad de Bangkok, en el sureste de Tailandia.
Gracias a esta infraestructura que no atraviesa ninguna masa de agua ni conecta ninguna cadena montañosa, en el año 2000 se logró descongestionar el tráfico de la cuidad. Los coches circulan por él, sin interrupción, a una velocidad de 80 km/h.
Calzada del lago Pontchartrain, en Estados Unidos
En 1969, cuando se completó la obra, este puente de carriles paralelos redujo drásticamente el tiempo de viaje por carretera entre Nueva Orleans, en Estados Unidos, y su zona urbana. Mide un total de 38,4 kilómetros y se asienta sobre 9.000 pilares de hormigón.
La inversión rondó los 50 millones de dólares y su construcción se considera un punto de inflexión en la historia de la ingeniería civil estadounidense.
Viaducto elevado, en Perú
El viaducto más largo de Iberoamérica, con 33 kilómetros, está en Perú, y forma parte de la Línea 1 del Metro de Lima, que atraviesa los distritos de Villa El Salvador, Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores.
Con su puesta en funcionamiento en 2011 sus usuarios ahorran hora y media en cada trayecto, lo que significa una notable mejora de la calidad de vida de los trabajadores.
Por qué es inviable unir España y Marruecos con un puente
Las claves que explican por qué, de momento, es inviable construir un puente o un túnel entre España y Marruecos las ha dado el perfil @GeoGlobeTales en un video que se ha viralizado rápidamente a través de las redes sociales.
El primer escollo es la profundidad del Estrecho de Gibraltar: 900 metros frente a los 75 que tiene que salvar el Eurotúnel. Además, la propia naturaleza del lecho marino presenta un importante desafío por su dureza.
Eso sin contar con que en el canal confluyen dos grandes masas de agua que generan corrientes colosales y que también hablamos de una zona de especial riesgo sísmico.
La opción en superficie no presenta menos dificultades: fuertes vientos y condiciones meteorológicas adversas, lo que complicaría la construcción y el mantenimiento de un puente de grandes dimensiones, que acarrearía además un coste económico millonario.
Desde el punto de vista geopolítico, la construcción del puente podría generar tensiones sobre el control del acceso a Europa, en tanto el Estrecho de Gibraltar es un paso crítico para las rutas migratorias desde África.