¿Por qué mi potus no crece? Aquí te brindamos algunos consejos para potenciar su crecimiento
Cuidar de un potus es una tarea sencilla, pero requiere de atención a detalles como la luz, el riego y los nutrientes. Aquí te contamos algunos trucos para que lo mantengas sano.
El poto o potus (Epipremnum aureum), es una planta trepadora originaria de las Islas Salomón, en el Pacífico Sur. Es muy popular como planta de interior debido a su resistencia y capacidad de adaptarse a una amplia gama de condiciones.
En su entorno natural, es una planta trepadora que puede alcanzar grandes alturas usando raíces aéreas para adherirse a árboles u otras superficies. En interior, crece en forma de colgante si se coloca en macetas suspendidas o trepadora si se le ofrece un tutor.
Es una de las plantas de interior más populares, apreciada no solo por su capacidad para purificar el aire, sino también por su resistencia y facilidad de cuidado. Sin embargo, puede ocurrir que su crecimiento se detenga, lo que genera preocupación entre los amantes de esta especie.
Esto es lo que debes observar si tu potus no crece
Aunque el potus (Epipremnum aureum) es una planta que se adapta a diversas condiciones, hay ciertos factores que pueden influir en su desarrollo. Identificar la causa detrás del estancamiento es clave para tomar las medidas correctas, por eso te mencionamos algunos de los problemas más frecuentes.
Falta de luz adecuada
Aunque se suele decir que el poto puede crecer en condiciones de poca luz, esta afirmación es algo engañosa. El potus puede sobrevivir en ambientes con escasa iluminación, pero esto afectará significativamente su crecimiento.
Cambia el potus a una ubicación más luminosa, cerca de una ventana, pero sin que los rayos del sol lo alcancen de forma directa. Si esto no es posible, considera el uso de luces artificiales especiales para plantas.
Exceso o falta de riego
La cantidad de agua es crucial para el crecimiento del potus. Un exceso de riego puede llevar al encharcamiento y pudrición de las raíces, mientras que una falta de agua impide que la planta realice sus funciones vitales.
Para evitar estos problemas, asegúrate de que la tierra esté seca antes de volver a regar. Es fundamental que la maceta tenga un buen sistema de drenaje para evitar acumulaciones de agua.
Maceta inadecuada
El tamaño de la maceta es crucial para el crecimiento del poto. Si notas que las raíces comienzan a salir por los orificios de drenaje de la maceta, es hora de trasplantar el poto a una maceta más grande, lo que le permitirá seguir creciendo.
Temperaturas extremas
El potus prefiere temperaturas que oscilen entre los 18 ºC y los 27 ºC. Exponer la planta a temperaturas muy frías o a fuentes de calor como radiadores puede afectar su crecimiento.
Falta de nutrientes
El potus, al igual que otras plantas, requiere de ciertos nutrientes para crecer de forma saludable. Un déficit nutricional puede manifestarse en hojas amarillentas o crecimiento estancado.
Aplica fertilizante líquido cada dos semanas durante los meses cálidos. Un abono equilibrado proporcionará los nutrientes esenciales que la planta necesita para su desarrollo.
6 consejos adicionales para potenciar su crecimiento
Además de solucionar los problemas mencionados, se pueden implementar algunas estrategias adicionales para asegurar que la planta crezca sana y fuerte.
- Rotar la planta: para evitar que crezca de forma desigual, rota la planta cada cierto tiempo para que reciba luz de manera uniforme en todos sus lados.
- Mantener las hojas limpias: el polvo acumulado en las hojas puede bloquear la absorción de luz, lo que afecta su capacidad de fotosíntesis.
- Aumentar la humedad: si notas que los bordes de las hojas se tornan amarillos, podría ser un signo de falta de humedad. Coloca un humidificador cerca o rocía las hojas con agua templada regularmente.
- Atento al riego: la frecuencia depende del clima y la estación del año. En general, riega cuando la parte superior del sustrato esté seca, lo que suele ser cada semana o cada dos semanas.
- Época de trasplante: lo recomendable es trasplantar el potus cada año o cada dos años, dependiendo de su crecimiento. Si las raíces sobresalen de la maceta, es hora de cambiarla por una más grande.
- Nutrir es alimentar la planta: si las hojas están pálidas o el crecimiento es lento, es probable que la planta esté sufriendo de un déficit nutricional. Aplica fertilizante líquido para solucionar el problema.