¿Por qué los Reyes Magos se llaman Melchor, Gaspar y Baltasar? Este es el origen de sus nombres
Los Reyes Magos de Oriente son parte fundamental de la Navidad, pero no fue hasta el siglo VIII cuando adquirieron el título de reyes tal y como hoy lo conocemos. Desvelamos el origen de sus nombres.
Desde hace siglos, la figura de los Reyes Magos ha formado parte de la tradición navideña en numerosos países, especialmente en España. Sin embargo, ¿alguna vez te has preguntado de dónde provienen sus nombres? Melchor, Gaspar y Baltasar, lejos de ser simples denominaciones al azar, tienen un trasfondo histórico, religioso y cultural que los vincula con diferentes civilizaciones y tradiciones.
La primera mención de los Reyes Magos fue sin nombres ni número
El Evangelio de Mateo es el único texto bíblico que hace referencia a los Magos de Oriente. Sin embargo, éste no menciona ni sus nombres ni su número. Sólo se les describe como sabios que llegan a adorar al niño Jesús, guiados por una estrella.
Sin embargo, no fue hasta el siglo V que se empezó a darles identidad. Un texto atribuido a San Beda el Venerable, un monje inglés, fijó por primera vez sus nombres tal como los conocemos hoy: Melchor, Gaspar y Baltasar. Según su relato, cada uno representaba no sólo un don, sino también un continente conocido y una etapa de la vida.
Melchor, el anciano sabio de Asia
Melchor es descrito como un hombre de avanzada edad, con barba blanca y una apariencia noble. Su nombre tiene raíces hebreas o persas, y se traduce como "rey de la luz" o "rey de la ciudad". Esta asociación con la luz puede estar relacionada con el oro que ofreció a Jesús, símbolo de realeza y pureza.
En las representaciones medievales, Melchor personificaba a los pueblos de Asia, mostrando la universalidad del mensaje cristiano. Su papel era también el de un anciano sabio que simbolizaba la experiencia y la madurez.
Gaspar, el joven rey de Europa
Por su parte, Gaspar es habitualmente representado como un hombre joven, imberbe y de tez clara, portador del incienso. Su nombre tiene orígenes persas o indios, y puede interpretarse como "tesorero" o "administrador". Este título refleja la riqueza y la espiritualidad del regalo que llevaba, ya que el incienso era utilizado en ceremonias religiosas como símbolo de divinidad.
El nombre de Gaspar se asocia además al continente europeo en las tradiciones más tardías, donde destacan la diversidad cultural de los Magos como emisarios de todo el mundo conocido y representantes de la unidad entre los pueblos, simbolizando la universalidad del mensaje cristiano.
Baltasar, el rey africano y el portador de mirra
Baltasar es el tercero de los Reyes Magos y se le asocia con África. Habitualmente representado como un hombre de piel oscura, su nombre probablemente deriva del término babilónico "Baal-tzâr-usur", que significa "Dios protege al rey".
Este mago llevaba mirra como ofrenda, un producto utilizado en embalsamamientos y ceremonias religiosas, que simbolizaba la mortalidad de Jesús y su sacrificio futuro. Su figura añadía aún más riqueza cultural a la narrativa, subrayando que la adoración al niño Jesús era un evento universal.
La evolución de los nombres de los Reyes Magos en la tradición cristiana
Aunque la versión de San Beda el Venerable es la más conocida, no es la única. En algunas tradiciones orientales, los Reyes Magos tienen otros nombres, como Kagba, Badadilma y Herodes. Sin embargo, la versión occidental con Melchor, Gaspar y Baltasar se consolidó a partir de la Edad Media gracias al arte y la literatura.
Las iglesias y catedrales europeas, especialmente la de Colonia, que guarda las supuestas reliquias de los Reyes Magos, ayudaron a popularizar sus nombres. Durante el Renacimiento, pintores como Rubens y Botticelli también contribuyeron a difundir su imagen y atributos. En conclusión, los nombres de los Reyes Magos reflejan siglos de historia y simbolismo, convirtiéndose en un elemento clave de una de las festividades más queridas a nivel mundial.