¿Por qué hay nieve en las cumbres de las montañas si están más cerca del sol?

Las cumbres de las montañas, a pesar de estar más cerca del sol, presentan nieve debido a factores atmosféricos que vamos a tratar de explicar. Pensarás que hace más frío, sí, pero ¿por qué?

Alpes con nieve
Estamos habituados a ver nieve en las cumbres de las montañas, pero por qué resiste ahí arriba.

Cuando observamos las majestuosas cumbres de las montañas cubiertas de nieve, la pregunta surge de manera natural: ¿cómo es posible que haya nieve si están más cerca del sol?

La respuesta radica en una combinación de factores atmosféricos, geográficos y físicos que influyen en la temperatura a grandes altitudes.

La influencia de la altitud en la temperatura

Uno de los factores más importantes que contribuyen a la presencia de nieve en las cumbres es la altitud, a medida que ascendemos en la atmósfera, la presión del aire disminuye. Esta disminución de presión hace que el aire se expanda y, al expandirse, se enfríe. Por cada 1000 metros que subimos, la temperatura desciende aproximadamente 6,5 ºC.

Este fenómeno, conocido como el gradiente adiabático, explica por qué las cumbres, aunque más cercanas al sol, son significativamente más frías que las regiones a nivel del mar.

La densidad del aire y su capacidad para retener calor

En altitudes elevadas el aire es menos denso, lo que significa que hay menos moléculas de aire para absorber y retener el calor.

A nivel del mar, el aire más denso puede almacenar más energía térmica, manteniendo las temperaturas relativamente cálidas. Sin embargo, en las cumbres montañosas, la menor densidad del aire resulta en una menor capacidad para retener el calor, contribuyendo a temperaturas más bajas.

El papel de la radiación solar

Aunque las cumbres están más cerca del sol, la radiación solar no se traduce directamente en temperaturas más altas.

La atmósfera terrestre actúa como un filtro, y parte de la radiación solar se refleja y se dispersa antes de llegar a la superficie. Además, la nieve tiene un alto albedo, lo que significa que refleja la mayor parte de la radiación solar en lugar de absorberla. Este reflejo contribuye a mantener bajas las temperaturas en las regiones cubiertas de nieve.

El albedo es una medida de la reflectividad de una superficie, expresada como la fracción de la radiación solar que una superficie refleja en comparación con la cantidad de radiación que recibe.

La evaporación y la sublimación

La humedad también juega un papel importante, en altitudes elevadas la atmósfera es generalmente más seca. La falta de humedad significa menos vapor de agua, que es un gas de efecto invernadero eficaz.

Sin este vapor, hay menos absorción de calor en la atmósfera, lo que contribuye aún más a las bajas temperaturas en las cumbres.

Efectos locales y corrientes de aire

Los vientos y las corrientes de aire también influyen en las temperaturas de las montañas, estas corrientes ascendentes pueden llevar aire frío desde las regiones bajas hasta las cumbres, mientras que las corrientes descendentes pueden traer aire frío desde las alturas.


El impacto de la geografía

La ubicación geográfica de las montañas también puede influir en las condiciones climáticas. Las montañas que están situadas en latitudes más altas, como las de las regiones polares, reciben menos radiación solar en general, lo que contribuye a condiciones más frías.

Además, las montañas que están alejadas de grandes masas de agua tienden a tener climas más extremos debido a la falta de la influencia moderadora de los océanos.