¿Por qué es tan importante el cohete que despega mañana hacia Júpiter?
Mañana arranca una nueva misión con destino a tres de las lunas de Júpiter: Europa, Calisto y Ganímedes. ¿Cuál es el objetivo principal y por qué tiene tanta importancia?
La Agencia Espacial Europea (ESA) pone en marcha mañana una nueva misión denominada JUICE, el acrónimo de The Jupiter Icy Moons Explorer o Explorador de Lunas Heladas de Júpiter. El despegue de la nave a bordo del cohete Ariane 5, si todo va como está previsto, será mañana jueves día 13 de abril a las 13:15 hora peninsular española desde la Guayana Francesa, cuando empezará el largo viaje de casi 8 años hasta Júpiter.
El viaje no será fácil. Necesitará realizar un curioso recorrido en el que tendrá que alcanzar la velocidad suficiente y la trayectoria correcta para llegar a Júpiter en 2031. ¿Cómo lo hará? Aprovechará la gravedad de Venus sobrevolándolo, de la Tierra y de la Luna para aumentar su velocidad y dirigirse así de forma efectiva hacia el gran planeta
El objetivo de la misión será estudiar tres de los satélites o lunas de Júpiter: Ganímedes, Europa y Calisto. Se cree que almacenan una gran cantidad de agua bajo sus superficies heladas que tienen varios kilómetros de grosor. ¿Por qué es tan importante? Porque la presencia de agua podría garantizar la vida en esas lunas.
¿Cómo son los satélites de Júpiter?
Júpiter, hasta lo que sabemos a día de hoy, tiene un gran número de satélites: 92. Pero los aficionados a la astronomía sabemos que cuatro de ellos son especiales: Ío, Europa, Ganímedes y Calisto. Precisamente, tres de los cuatro satélites los va a analizar la misión. Ío se queda fuera porque no es una luna helada.
Estos cuatro satélites se llaman Galileanos porque fueron descubiertos por Galileo Galilei en 1610 con su pequeño telescopio. Una gran hazaña en esos tiempos. Los que seguimos el cielo nocturno y contamos con un telescopio en casa, la imagen que tenemos en mente es la de Júpiter con cuatro puntos brillantes a su alrededor. Son justo estos cuatro satélites. El resto, con estos telescopios, no se ven.
Las lunas que se van a estudiar, como se ha comentado anteriormente, son las tres que contienen supuestamente agua bajo su superficie helada. Europa, por ejemplo, se estima que tiene una superficie helada con un espesor de casi 30 km, y bajo esta, casi 90 km de profundidad de agua.
¿Qué pasa si mañana se anula el despegue?
La experiencia nos dice que todos los despegues tienen algunas posibilidades de retrasarse. Hay cosas incontrolables, aunque previsibles, como la meteorología. Luego, problemas mecánicos que pueden retrasar la misión. Si esto ocurriese, no hay posibilidad de hacerlo en otro momento del día.
De hecho, la ESA ha comunicado que la siguiente ventana en la cual se cumplen los requisitos en cuanto a las órbitas y a la trayectoria correcta no llegaría hasta este viernes a las 14:15 hora peninsular.