¿Por qué es rojo el río Tinto de Huelva?
El Río Tinto, en Huelva, no deja a nadie indiferente por su singular color rojo intenso. Este fenómeno único es el resultado de la combinación de ciencia, naturaleza y minería.
El río Tinto, que serpentea a través de la provincia de Huelva, es uno de los lugares más enigmáticos y espectaculares de la geografía española. Su tonalidad roja intensa y los paisajes que lo rodean, teñidos de colores amarillos y ocres, crean un escenario único que parece salido de otro planeta.
Este fenómeno, lejos de ser un capricho de la naturaleza, es el resultado de un proceso geológico y químico que combina historia, minería y ciencia.
Los procesos químicos que explican estos sorprendentes colores
Este río tan particular nace en la sierra de Padre Caro, y tras recorrer casi 100 km se une con el Odiel en la ría de Huelva. El color rojo característico del Tinto se debe esencialmente a la alta concentración de hierro disuelto en sus aguas.
Este metal, al entrar en contacto con el oxígeno de la atmósfera, se oxida y da lugar a los tonos rojizos que tiñen el río y sus alrededores. Además, las aguas del Tinto son extremadamente ácidas, con un pH que puede llegar a niveles inferiores a 2, comparable al de los jugos gástricos.
La acidez del río se origina en un fenómeno conocido como drenaje ácido de minas en esta región, ricas en sulfuros metálicos como la pirita (también conocida como "el oro de los tontos"), y las bacterias oxidantes juegan un papel crucial.
Estas microorganismos descomponen los sulfuros y liberan ácido sulfúrico, lo que contribuye a la disolución de metales pesados como hierro, cobre o zinc en el agua. Este proceso no solo explica el color del río, sino también la ausencia de fauna visible en sus aguas, que son inhabitables para la mayoría de las formas de vida.
Hay que resaltar que entre el Tinto y el Odiel, dos pequeños ríos de la provincia de Huelva, transportan el 14 % del cobre y el 47 % de zinc disuelto que llega a todos los océanos del mundo. Se han encontrado bacterias y más de mil hongos, pero no hay peces en el Tinto. Los animales que viven en el río son unicelulares o pluricelulares.
Historia minera: huella humana en el paisaje
La historia del río Tinto está íntimamente ligada a la actividad minera que se remonta a miles de años. Ya en la época de Tartessos y la posterior ocupación romana, esta región era explotada por sus ricos yacimientos de minerales.
Sin embargo, fue durante el siglo XIX, con la llegada de la compañía inglesa Rio Tinto Company Limited, cuando la minería alcanzó su apogeo, dejando una huella irreversible en el paisaje. En la actualidad, la zona ha sido restaurada, abriéndose el Parque Minero, una de las atracciones turísticas más interesantes de las comarcas onubenses.
La extracción de minerales y los desechos de la actividad minera intensificaron las condiciones químicas del río, aumentando la concentración de metales pesados y ácidos. A pesar de esta belleza irreal, los vertidos de aguas ácidas supone un grave problema de contaminación.