¿Por qué el mar está más frío en algunas playas de Cádiz o Málaga que en las del País Vasco?
La boya de Tarifa registra hoy temperaturas del agua del mar mucho más bajas que la boya de Bilbao-Vizcaya, por una diferencia de más de 5 ºC. ¿A qué se debe esta curiosa diferencia?
Estamos cerca de alcanzar los valores de temperatura superficial del agua del mar más altos del año. Las aguas más calientes se encuentran en el mar Balear, con registros de hasta 28,4 ºC en la boya de Puertos del Estado en Valencia y 28,6 ºC en la boya de Dragonera, al oeste de la isla de Mallorca. Estos registros están lejos de los récords alcanzados en los últimos años, pero siguen estando por encima de la media.
En buena parte del Mediterráneo occidental, las anomalías cálidas oscilan los +2 a +3 ºC respecto a la media. En las costas del sureste peninsular, la anomalía llega hasta los +4 ºC. En puntos del Estrecho y de Alborán sucede todo lo contrario, el agua está más fría respecto al promedio de las fechas. En estas zonas hay hasta -1 ºC de anomalía.
En la boya de Tarifa, el agua del mar oscila los 17-18 ºC y hoy a primera hora de la mañana marcó un mínimo de 16,1 ºC. En la boya de Bilbao-Vizcaya, mar adentro, el agua del mar está entre 23 y 24 ºC. Por tanto, comparando estos dos puntos, podemos afirmar que el mar Cantábrico está más caliente que en Tarifa, el punto más meridional del continente europeo.
El terral: un potente refrigerador marítimo
El terral es cualquier viento que sopla de tierra hacia mar, ya sea un viento general o local, como una brisa nocturna, por ejemplo. En las costas del mar de Alborán, el terral provoca una fuerte subida de temperaturas porque arrastra aire cálido desde el interior e inhibe la entrada de las brisas.
Así como el terral veraniego calienta mucho el aire, en el mar, provoca todo lo contrario. El terral arrastra el agua superficial del mar alejándola de la costa, y el resultado es una pérdida de agua junto a la orilla respecto a alta mar.
Para compensar, se produce un afloramiento de aguas profundas cerca de la costa. Estos afloramientos provocan un descenso abrupto en la temperatura del agua del mar, porque el agua que viene del fondo está mucho más fría que la que está en superficie.
Las aguas más frías, en el Estrecho
Un mecanismo secundario de enfriamiento se produce por la evaporación del agua del mar cuando el terral (más seco y frío) se desplaza por la superficie marítima. La evaporación implica pérdida de calor de la masa de agua.
En el Estrecho, el viento se ve acelerado por el efecto embudo que se crea entre las montañas y la misma costa. El aire como tiene menos espacio para pasar, se acelera, convirtiéndolo en una zona muy ventosa. El viento ayuda a evaporar la superficie marítima, produciendo un enfriamiento del agua.
El Estrecho de Gibraltar es una de las pocas aperturas de las que dispone el mar Mediterráneo. En este caso, se produce entrada de aguas más frías, procedentes del Atlántico. Las corrientes marinas en esta zona pueden llegar a ser intensas. Estos factores explican que en esta zona las aguas se mantengan a temperaturas tan bajas, incluso en verano.