¿Por qué el humo de los grandes incendios de Canadá llega a España? ¿Cómo nos puede afectar?
Los grandes incendios forestales en Canadá han generado una gran cantidad de humo que se ha desplazado hasta España. ¿Cómo ha podido llegar hasta aquí y cuáles son sus efectos?
En estos últimos meses, tanto Estados Unidos como Canadá han sido testigos de una nueva temporada devastadora de incendios forestales. Y no estamos hablando de unos pocos focos, sino de cientos de incendios activos, muchos de ellos completamente fuera de control. Sólo en la Columbia Británica hay más de 400.
¿Cómo ha podido cruzar el humo el Atlántico?
En estos últimos días, el cielo está turbio y la visibilidad se ha reducido en algunas zonas del norte y este de la Península, así como en Baleares. Incluso el pasado fin de semana desde el entorno del Parque Nacional de Ordesa se recibieron llamadas por el olor a humo, que junto al color del cielo alertó a algunas personas que pensaron que había algún incendio en este espacio natural.
Y sin embargo, lo más sorprendente es que el responsable de este fenómeno que estamos viendo estos días tiene su origen en Norteamérica: el humo producido por los grandes incendios que mencionábamos al principio no se ha quedado confinado allí. En esta ocasión la calima no es la responsable.
Ha emprendido un largo y sorprendente viaje de miles de kilómetros, y tras cruzar el Atlántico, ha conseguido llegar a los cielos de España y también a otros países del suroeste de Europa. El humo ha llegado en forma de un velo turbio, regalándonos una experiencia inusual (aunque en los últimos años ya ha pasado alguna que otra vez) y, sin duda, impactante.
El material particulado emitido por la quema de biomasa se eleva a los niveles medios y altos de la atmósfera, siendo dirigido por los vientos del oeste hasta llegar a nuestra geografía. Ahora bien, no es algo insólito que las masas de aire viajen desde Canadá hasta aquí, pero esta vez han traído consigo humo.
¿Puede empeorar la calidad del aire?
El humo proveniente de los incendios en Canadá se encuentra bastante arriba, a una altitud aproximada de entre cuatro y siete kilómetros. Esta ubicación tiene una ventaja para nosotros: el humo no afecta de manera significativa la calidad del aire que respiramos a nivel del suelo. Tan sólo en algunos momentos se puede percibir un cierto olor.
A diferencia de lo sucedido en numerosa poblaciones de Norteamérica, donde el humo de los incendios está más cerca de la superficie, afectando de esta forma a la calidad del aire, en España no se espera que la presencia del humo en las capas altas cause un empeoramiento claro en la calidad del aire en niveles bajos.
Un filtro solar que puede frenar las temperaturas diurnas
Además de oscurecer el ambiente y reducir la visibilidad, el humo de los incendios de Canadá puede provocar que las temperaturas diurnas queden frenadas allí donde las concentraciones sean mayores. De hecho, a finales de junio de 2023, este fenómeno actuó como un filtro solar, ayudando a que los valores registrados quedaran finalmente bastante por debajo de lo que se preveía, coincidiendo con una ola de calor.
Se espera que el cielo siga estando algo turbio en varias regiones españolas durante algunos días, e incluso podría acabar llegando al archipiélago canario esta semana. A medida que el humo se disipe y se aleje de nuestra geografía, los cielos volverán a lucir ese azul característico y podremos disfrutar de una mayor visibilidad.