¿Podrían el monte Denali y el Golfo de México tener nuevos nombres como quiere Trump? Los expertos explican el proceso

La orden ejecutiva del presidente Donald Trump para renombrar Denali y el Golfo de México ha desatado el debate. Aunque muchos lo consideran una prioridad menor, el proceso de cambiar el nombre de lugares en Estados Unidos es formal y complejo.

Denali y Golfo de México
Aunque Denali ya ha sido objeto de un proceso de cambio de nombre, otras modificaciones propuestas por la administración Trump se presentan más complicadas. El Golfo de México, dada su importancia geopolítica, se enfrentaría a obstáculos aún mayores.

Los topónimos tienen un profundo significado histórico, cultural y geográfico. Desde imponentes montañas a vastas masas de agua, estos nombres reflejan a menudo el legado de pueblos indígenas, exploradores y figuras políticas. Pero a medida que cambian las perspectivas sociales y se producen reevaluaciones históricas, algunos accidentes geográficos están siendo reconsiderados para cambiarles el nombre.

El proceso de cambio de nombre de los accidentes geográficos

La Junta de Nombres Geográficos supervisa los topónimos oficiales de Estados Unidos. Las propuestas para cambiar el nombre de los accidentes naturales deben someterse a un examen detallado, que incluye las aportaciones de los gobiernos locales, las tribus indígenas, los historiadores y el público en general.

La cuestión del Denali permaneció en el limbo político hasta 2015, cuando la Secretaria de Interior del Presidente Barack Obama, Sally Jewell, hizo uso de su autoridad en virtud de la ley federal para restablecer oficialmente el nombre de Denali.

Por ejemplo, el propio Denali se conocía anteriormente como monte McKinley, bautizado así en 1896 en honor del presidente William McKinley, a pesar de que la montaña era llamada "Denali" por el pueblo athabascano koyukon desde hacía siglos. Sin embargo, Alaska solicitó formalmente el cambio de nombre en 1975, aunque la Junta de Nombres Geográficos no actuó en ese momento.

Ahora, con la orden ejecutiva del presidente Trump, el nombre podría volver a estar en entredicho.

Un paso adelante para honrar a los "americanos visionarios y patriotas"

En su orden ejecutiva, Trump ordenó a la Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos (BGN) ajustar sus políticas para honrar mejor a los "estadounidenses visionarios y patrióticos",

De acuerdo con las instrucciones del Presidente, el Golfo de México será conocido oficialmente como Golfo de América y el pico más alto de Norteamérica volverá a llevar el nombre de Monte McKinley..... La Junta de Nombres Geográficos de EE.UU., dependiente del Departamento del Interior, está trabajando con celeridad para actualizar la nomenclatura federal oficial en el Sistema de Información de Nombres Geográficos con el fin de reflejar estos cambios, que entrarán en vigor inmediatamente para uso federal.

Esta medida coincide con los esfuerzos por reconsiderar los topónimos en todo el país, pero también plantea problemas jurídicos y diplomáticos, especialmente en el caso del Golfo de México.

Cambiar el nombre del Golfo de México: un reto diferente

A diferencia de Denali, cambiar el nombre del Golfo de México supone un reto mucho mayor. El Golfo no se encuentra únicamente en territorio estadounidense: sólo las primeras 12 millas náuticas desde la costa pertenecen a Estados Unidos, mientras que el resto se considera aguas internacionales. Además, la denominación oficial se reconoce en todo el mundo y está consagrada en tratados y acuerdos internacionales.

Aunque Estados Unidos cambiara oficialmente el nombre a nivel nacional, otras naciones y organizaciones internacionales no estarían obligadas a reconocerlo. Mientras que las agencias gubernamentales estadounidenses actualizarían los mapas y documentos oficiales, las empresas privadas, los cartógrafos y las instituciones mundiales podrían seguir utilizando el nombre ampliamente reconocido.

¿Qué pasará después?

Para que estas iniciativas de cambio de nombre tengan éxito, tendrían que pasar por el proceso formal descrito por la Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos.

Este proceso incluye una revisión exhaustiva, aportaciones públicas y, sobre todo en el caso del Golfo de México, negociaciones internacionales.

Referencia de la noticia:

Can Trump just order new names for Denali and the Gulf of Mexico? A geographer explains who decides what goes on the map. 24 de enero de 2025. Innisfree McKinnon.