¿Podrán ducharse los turistas en Grecia este verano? El país está al borde de la escasez de agua

Sequías, repetidas olas de calor, mala gestión de los recursos y exceso de turismo: un cóctel crítico para Grecia, amenazada por la escasez de agua. ¿Qué restricciones se aplican a la población? ¿Se ven afectados los turistas?

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En Grecia, se pide a 3,7 millones de personas (un tercio de la población) que controlen cuidadosamente su consumo de agua.

¡Hay crisis en Grecia! Una crisis del agua: la escasez amenaza a 3,7 millones de habitantes, es decir, un tercio de la población, incluidos los turistas que visitan el país este verano. Ya se han tomado medidas restrictivas a nivel local, y los mensajes de advertencia se multiplican. ¿Cómo se explica esta situación? ¿Podrán ducharse los turistas este verano? ¿Qué papel desempeñan en esta crisis?

Sequía, ola de calor y mala gestión

Aunque Grecia está acostumbrada a este tipo de eventos, en la actualidad se enfrenta a una sequía aún más grave que en años anteriores.

A ello se añaden olas de calor especialmente intensas: el invierno ya fue el más suave registrado, seguido de una primavera anormalmente templada, y después un junio históricamente caluroso (el más cálido desde al menos 1960).

A principios de junio, las temperaturas alcanzaron localmente los 44 °C durante una temprana ola de calor, lo que obligó a cerrar la Acrópolis de Atenas, y en los últimos días, los termómetros seguían marcando entre 41 y 4 2°C. Pero eso no es todo: algunos expertos atribuyen esta crisis del agua a una "mala gestión", con falta de obras hidráulicas y "frecuentes despilfarros durante el riego" para la agricultura.

La isla de Leros, en el Dodecaneso, por ejemplo, fue declarada en "estado de emergencia" durante un mes a principios de junio. El alcalde achaca la situación al mal funcionamiento de la desalinizadora, vinculado a la falta de mantenimiento durante varios años, a la mala gestión de las autoridades anteriores y al "desarrollo incontrolado del turismo sin infraestructuras adecuadas".

Lagos secos y mensajes de advertencia

Así, a principios de julio, a 200 km al oeste de Atenas, el lago artificial de Mornos, principal embalse de la región del Ática, vio cómo sus reservas de agua disminuían un 30% en un año. En el conjunto de la región, las reservas de agua han disminuido un 24%: el aviso de alerta amarilla significa que los 3,7 millones de habitantes (un tercio de la población griega) tendrán que vigilar su consumo de agua.

Para preservar los recursos hídricos en un momento en que los turistas inundan y aumentan la demanda (¡a veces 100 veces mayor que en invierno!), florecen los mensajes y las peticiones en los medios de comunicación y las redes sociales: «¿Quieres agua? Cierra el grifo», o “Cuando no llenas la bañera para darte un baño, puedes ahorrar hasta 150 litros de agua”.

En la isla de Lefkada, la situación se considera "deplorable", e incluso se cortó el agua durante 4 días a finales de junio. También están amenazados centros turísticos como Sifnos, en las Cícladas, Quíos, Corfú y las grandes llanuras de la Grecia continental.

Para satisfacer las necesidades de agua de la isla de Lefkada, el Primer Ministro griego ha anunciado la puesta en marcha de "uno de los mayores proyectos de abastecimiento de agua de Grecia". En el resto del país se están realizando inversiones por valor de 750 millones de euros, y también se va a activar una solución que sí requiere energía (ya que hay que bombear el agua): el llenado de un lago artificial adicional.

Referencia de la noticia:

"Voulez-vous de l'eau ? Fermez le robinet" : la Grèce au bord de la pénurie - Geo