Piscis austrínidas, la discreta lluvia de estrellas que se puede ver en el cielo nocturno
Para los amantes de la astronomía el momento más esperado es cuando cae la noche y se ven todos esos cuerpos celestes divagando por el espacio. Ahora es turno de las piscis austrínidas, ¡aquí te contamos más!
Cuando hablamos de las lluvias de estrellas del verano, las delta acuáridas y las perseidas son las primeras que nos vienen a la cabeza. Sin embargo, la gente no sabe que ahora en julio también ocurren otras conocidas como piscis austrínidas. Estas son bastante discretas, tanto así que el Observatorio Astronómico Nacional no la tiene dentro de la lista de los eventos astronómicos.
¿Quienes son y cuándo ocurren las piscis austrínidas?
Las piscis austrínidas aparecerán sobre nuestro cielo desde el 15 de julio al 10 de agosto. Sin embargo, su pico de máxima actividad será la noche del 29 de julio, coincidiendo también con el pico de las delta acuáridas. A diferencia de las de Acuario, esta es muy poco intensa, concretamente se esperan unos 5 meteoros por hora.
Se conocen como piscis austrínidas porque su radiante, que es el punto desde donde parecen surgir en el firmamento, se sitúa en la estrella más brillante de la constelación Pez Austral, conocida como Fomalhaut. Ptolomeo en el siglo II d.C fue quien designó este grupo de estrellas situado en el hemisferio sur.
Su origen, como ocurre con el resto de las lluvias de estrellas del año, proviene del cometa 96P Machholz, ¿os suena? Este cometa también es el responsable de que podamos ver las delta acuáridas que justamente coinciden en la fecha. Ahora bien, esto no está del todo demostrado, puesto que hay fuentes que indican que su origen está otro cometa extinto.
¿Por qué ocurren las piscis austrínidas?
De todas maneras, provengan del cometa que provengan, las piscis austrínidas y el resto de estrellas fugaces no son más que meteoros. Se trata de los ''restos'' que un cometa ha dejado a su paso y siguen su misma órbita.
El tamaño de las piscis austrínidas es variable y puede oscilar entre un milímetro y varios centímetros. Al entrar en nuestra atmósfera se desintegran viajando a grandes velocidades (36 kilómetros por segundo). En el caso de que su tamaño fuera más grande y no se llegasen a quemar dentro de nuestra atmósfera, dejarían de ser meteoros para convertirse en meteoritos.
Algunos consejos para verlas
Si nos lees desde el hemisferio austral, las verás mucho mejor que quienes están en el norte. Las zonas más cercanas al ecuador también tendrán altas posibilidades de verlas, así que cuanto más viajemos al sur más fácil será poder divisar alguna. Al coincidir en el tiempo con sus “hermanas” las delta acuáridas, cuando lleguemos al lugar de observación podemos confundirnos de estrellas fugaces.
De todas formas, como sucede con otras lluvias de estrellas, el lugar de observación puede ser cualquiera, siempre y cuando sea en campo abierto o en la montaña, o en pequeños núcleos de población alejados de las grandes ciudades. Cualquier mirador, montaña o espacios abiertos y sin obstáculos son sitios bastante favorables para disfrutar de esta modesta lluvia de estrellas.
Lo más conveniente una vez hemos llegado al lugar de observación será dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en dirección opuesta a la Luna creciente si la observación se hace cuando nuestro satélite aún está presente. Llegar media o una hora antes al lugar de observación puede ayudarnos a que nuestra visión se acostumbre a la oscuridad.