El peligroso y extraño caso de los cazadores de icebergs
A la par del calentamiento global, ha ido creciendo una industria que se nutre de icebergs que se mueven al sur en el Ártico. Canadá es uno de los países donde la caza de icebergs más ha crecido en los últimos años.
El cambio climático parece ser una buena noticia para algunos. El calentamiento de las aguas del Ártico permiten que miles de iceberg se hayan transformado en la materia prima para un negocio que crece rápidamente. Simplemente cazar icebergs para transformarlos en agua de gran calidad para ser vendida a los mercados más exigentes.
Según ABC, este negocio que es conocido desde al menos dos décadas, parece tener un crecimiento importante en los últimos años, especialmente en el corredor entre Groenlandia y Terranova, en Canadá. Algunos lo llaman directamente el “corredor del iceberg”. El trabajo consiste en elegir una buena masa de hielo y dispararle esperando que salga un trozo de hielo para luego transformarlo en agua líquida.
No siempre los disparos son efectivos y la técnica debe repetirse una y otra vez. En diálogo con AFP, Edward Kean, uno de los cazadores de icebergs, da su particular punto de vista: “se derretirán en unas pocas semanas y volverán a la naturaleza de todos modos, por lo que no dañamos el medio ambiente, no tomamos nada, solo usamos el agua más pura que podemos encontrar”.
Una industria tras el agua de icebergs
Una vez que se logran extraer pedazos del iceberg -que en algunos casos superan la tonelada- son enganchados y subidos a la cubierta del barco. Allí hacha en mano se golpean hasta reducirlos y almacenarlos en tanques de 1000 litros de capacidad donde se derretirán en algunos días.
El norte de Terranova, en Canadá, también está siendo 'beneficiado' por el calentamiento global. Cada vez es mayor la cantidad de icebergs que se desprenden y se mueven hacia el sur. Cada temporada alrededor de 140 autobuses turísticos llegan a la región, lo que aporta recursos a la economía local.
A medida que se mueven al sur los icebergs se van derritiendo, aportando agua que los formó mucho antes de la revolución industrial con una pureza incomparable. De esta forma, la caza de icebergs va de la mano del turismo que llega a la región. La provincia de Terranova recibió en 2018 medio millón de turistas, la misma cantidad que los habitantes del lugar.
Tomar agua de 12.000 años atrás
El agua que se obtiene de los icebergs se vende a laboratorios y restaurantes con valores de hasta 12 dólares cada botella. La marca Iceberg Water es una de las más conocidas. En su web ellos dicen que la empresa “trae agua procedente del hielo más prístino que se encuentra a lo largo de la costa de Terranova. Solo tres meses al año, nuestro propio capitán Ed puede alcanzar y cosechar el hielo desprendido naturalmente de la plataforma del Ártico como ingrediente principal para el agua ICEBERG. Ofreciéndole un refresco revolucionario, completamente libre de impurezas minerales y contaminantes modernos”.
Su publicidad es práctica y directa: el agua que se está tomando formó parte de glaciares que se desarrollaron hace 12 mil años sin ningún tipo de contaminación. Y la frase que remata es digna de rescatar: “valió la pena la espera”. La actividad está monitoreada de cerca por el gobierno de Canadá.
Pero nadie sabe cuánto puede perdurar este negocio. A medida que se acelera el calentamiento global en el Ártico, la temporada de desprendimiento de icebergs es cada vez más errática, por lo que este tipo de industrias podrían tener problemas para hacerse de materia prima en pocos años.