¿Qué hubo detrás de este terrible pedrisco caído ayer en Teruel?

Ayer por la tarde una tormenta descargó granizo de gran tamaño en Teruel. El pedrisco abolló y rompió numerosas lunas de los coches que estaban estacionados en las calles de Rubielos de Mora. Descubre el detonante.

Granizo Rubielos de Mora
Pedrisco de gran tamaño en Rubielos de Mora, Teruel. Fotografía de Carmen Labern.

El despertar de Rubielos de Mora ayer no parecía presagiar, a simple vista, nada especial. El cielo presentaba grandes claros entre pequeños cúmulos que desfilaban hacia el nordeste. Muy pronto toda la provincia de Teruel superó los 20ºC, e incluso los 25ºC.

Si no fuera porque la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en su delegación aragonesa había avisado de lo que se cernía, cualquiera habría apostado por el bañador y la hamaca. Un tweet avisaba de “probables fuertes desarrollos” en Teruel y los avisos, muchos de ellos naranjas –riesgo alto-, anunciaban intensos aguaceros.

El mediodía se tornó caluroso y gris. El mercurio subía tanto como la envergadura de los cumulonimbos, que a primeras horas de la tarde alcanzaron los 11 kilómetros de altura. “Los datos de superficie –granizo de gran tamaño y vientos intensos- dan el título de convección severa a las tormentas que se firmaron ayer en el noreste peninsular”, ha reflexionado nuestro meteorólogo colaborador Francisco Martín.

Según Francisco, algunas de ellas se “organizaron de forma conjunta” dando lugar a una línea de turbonada o sistema lineal de tormentas. “En un momento determinado un conjunto de focos convectivos se organizan linealmente dando una estructura de mayor tamaño y ciclo de vida que el de una simple tormenta”, por eso de que la unión hace la fuerza. ”Y todo ello debido a la cizalladura vertical de viento que puede organizar la convección”, argumenta.

Pedrisco
La piedra abolló y rompió las lunas de muchos de los coches estacionados en Rubielos de Mora. Foto de Antonio Ortega.

La línea de turbonada reservó a Rubielos de Mora el núcleo más intenso. El cielo gris y resquebrajado por los rayos rápidamente dio paso a una cortina de agua y granizo. El pedrisco en algunas zonas de la localidad llegó a presentar el tamaño de una pelota de tenis. Así rompió tejas, toldos, persianas y numerosas lunas de los coches que estaban estacionados en sus calles.

El cielo gris y resquebrajado por los rayos rápidamente dio paso a una cortina de agua y granizo. El pedrisco en algunas zonas de la localidad llegó a presentar el tamaño de una pelota de tenis.

En los observatorios de la AEMET de Calanda y Castellote la tormenta descargó entre 10 y 15mm en apenas diez minutos. En el primero se recogieron 24mm y en el segundo 27mm, que además llegaron engalanados con fuertes rachas de viento de hasta 90 kilómetros por hora (km/h).

La línea de turbonada poco después se adentró en la provincia de Castellón y en Cataluña. La localidad de Morella registró 25mm y en Montanejos los visitantes de las Fuentes de los Baños tuvieron que parapetarse bajo sus hamacas para salir indemnes del aguacero, que dejó piedras con diámetro superior a los dos centímetros. En el aeropuerto de Reus, Tarragona, la tormenta generó rachas de viento de hasta 100km/h.

¿Cómo se pronostican estas tormentas?

Los fenómenos tormentosos no cogieron por sorpresa a los vecinos turolenses gracias a las predicciones de la AEMET y a los sofisticados modelos de predicción. Daniel Santos, otro de nuestros colaboradores, experto en modelización atmosférica y supercomputación, resalta la importancia de estas herramientas. “Estos modelos, en el caso de los grandes centros meteorológicos, son reinicializados frecuentemente, al menos cada 3 horas, realizando un proceso conocido como análisis. El análisis permite hacer compatibles las más recientes observaciones con una primera aproximación del estado de la atmosfera y obtener, así, el mejor punto de partida para realizar una simulación por ordenador”, reflexiona Daniel.

Para anticiparse a las muchas incertidumbres de la ciencia del caos hay que recurrir a la probabilidad. Se barajan varios posibles escenarios y se comparan para prever la formación de los sistemas convertivos; esas nubes con aspecto de coliflor. “Existen técnicas de predicción a muy corto plazo útiles para la vigilancia a pocas horas o minutos vista. El modelo se actualiza cada hora o menos con los datos más recientes provenientes de fuentes de información meteorológica como radares o GPS que realizan muestreos de la atmósfera cada 10 minutos”.

Con esos mapas las tormentas severas cada vez tienen menos margen de sorpresa. Ayer sobrevolaron el cuadrante nordeste peninsular, hoy reaparecerán en Girona y mañana en el litoral catalán. Avisados estamos.