Pasarelas del Vero en Alquézar, una ruta de vértigo e historia ideal para este otoño
El río Vero forma un gran cañón kárstico a su paso por la preciosa villa medieval de Alquézar. Algunos de sus tramos se puede recorrer en una impresionante ruta con pasarelas colgadas a las verticales paredes del estrecho.
La sierra de Guara es la reina del Pirineo oscense, y además se trata del espacio natural protegido de mayor extensión de Aragón, con más de 80000 hectáreas y extendiéndose por varios municipios de la provincia de Huesca. Su cumbre se encuentra en el Tozal de Guara, que se alza hasta los 2077 m. Se trata de un referente mundial para el barranquismo.
La sorprendente sierra de Guara
Sus barrancos atraen cada año a miles de aficionados a los deportes de aventura, pero también a excursionistas, senderistas y amantes de la naturaleza. A través de una completa y densa red se senderos podrás conocer más a fondo toda esta sorprendente zona, un inmenso murallón calizo con grandes ejemplos de modelado kárstico
Ríos como el Flumen, Vero o Alcanadre se abren paso formando impresionantes gargantas y estrechos entre enormes mallos de conglomerados como los de Vadiello o el Salto de Roldán. Además, existen multitud de barrancos, cuevas o valles conforman una impresionante arquitectura natural. También hay una variada flora y fauna autóctonas, entre las que destacan las aves rapaces, constituyendo una de las reservas de aves más importantes de Europa.
Así es la ruta de las pasarelas del Vero, en Alquézar
Precisamente aquí vamos a hablar de una de las rutas más impresionantes y accesibles de España: las pasarelas del Vero, en el precioso pueblo de Alquézar, considerado uno de los más bonitos de España. El sendero parte desde el mismo núcleo urbano, siendo una ruta circular es de unos 3 km que es apto para toda la familia, aunque con algunas precauciones.
Primero hay que descender el impresionante barranco de la Fuente, con sus numerosos covachos y abrigos, algunos con pinturas rupestres. La exuberante vegetación está adaptada a la humedad y frescura propia de estas gargantas tan estrechas. Finalmente, llegaremos a la confluencia de este estrecho con el río Vero, que forma un gran meandro desde donde podremos admirar la cueva de Picamartillo.
Se dice que se oían en ella, por el eco, los ruidos que se generaban en las herrerías del pueblo el “repicar de martillos”, siendo el origen de su curioso nombre. Cuando el nivel del río está bajo, se puede cruzar por una amplia playa de grava y explorar la cueva. Las vistas son increíbles hacia cualquier dirección. Más adelante el camino sigue el curso de las aguas cristalinas del Vero.
Y aquí es donde empieza la diversión. Las pasarelas están enganchadas a la pared del cañón, y en algunos sectores se han renovado hace pocos años, e incluso el sector del final del recorrido es reciente. Los tres primeros tramos de pasarelas están entre 5 y 10 metros de altura, y el último tramo está situado a unos 20 metros del lecho del río. Para las personas con vértigo, esta última parte puede ser evitada por un camino alternativo.
Las vistas del cañón son increíbles. Admiraremos las distintas pozas o gorgas que forma el río Vero, que se alternan con algunos rápidos o saltos de agua. También veremos azudes o pequeñas represas, e incluso podremos bajar hasta los hermosos puentes de Fuendebaños y Vilacantal. Ya sólo queda volver a ascender a Alquézar por una empinada cuesta entre cultivos y frutales típicos de la zona, que se hace bastante pesada en los meses estivales por el calor.
Algunas consideraciones
Hay que tener en cuenta que esta ruta puede encontrarse cerrada por trabajos de mantenimiento o en el caso de crecida del río Vero. Además, el equipamiento debe ser el adecuado y adaptarse a la estación del año: puede ser asfixiante en las horas centrales de los días de verano. Por este motivo, el otoño es una época ideal para realizarla.
Los tickets se sacan en esta web, con una tasa de 5 euros para el público en general, mientras que para los federados el coste es de 2 euros.
Otras visitas recomendadas tras la ruta
Pero la ruta no acaba aquí. La maravillosa villa medieval de Alquézar es un lugar ideal para acabar de pasar el resto del día. Explora sus callejuelas y múltiples rincones, sube hasta el mirador para tomar la icónica fotografía de uno de los pueblos más bonitos de España, y sobre todo, no te olvides de visitar su impresionante Colegiata, que alberga numerosas sorpresas.
Puedes completar la escapada visitando el Parque Cultural del Río Vero, que esconde un legado artístico y natural excepcional. Se encuentra situado al norte del valle del Ebro y sirve de antesala a la cordillera pirenaica. Rutas, pinturas, árboles monumentales, pueblos encantadores, lugares para disfrutar del barranquismo o de un baño... Sin duda, no dejará a nadie indiferente.