Otros países sí usan los pesticidas prohibidos en Europa: ¿peligra nuestra salud, además del medio ambiente?
Las protestas de los agricultores sobre el bajo precio de sus productos se están extendiendo por Europa. Una de sus peticiones es que países terceros cumplan las mismas normas en cuanto al uso de fitosanitarios y otras prácticas de competencia desleal.
Desafortunadamente, la crisis que están viviendo los agricultores no tiene una sola causa. Ojalá, sería mucho más fácil de resolver. Algunos motivos son incontrolables, como la sequía, lluvias torrenciales o cambio estacional debido al calentamiento global, pero otros motivos sí están en manos de reglamentaciones europeas.
Quejas y reivindicaciones
Son muchas las peticiones de los agricultores en este golpe sobre la mesa que, sinceramente, se veía venir. Y ahora ya es imparable. Tanto es así, que hasta han conseguido que Europa recule en algunas medidas de las propuestas.
Muchas de sus reclamaciones tienen que ver con la competencia y prácticas desleales por parte de terceros países. El precio del producto europeo es más caro, según indican los agricultores y ganaderos, porque deben cumplir con las estrictas condiciones de las normativas europeas no siendo así en estos terceros países fuera del mercado regulado. Estas incluyen el uso ciertos fitosanitarios, la ley de bienestar animal, la venta por debajo de costes de producción o incluso los derechos laborales.
Todo esto hace que importar producto sea más rentable que producirlo aquí. Entre los campos de batalla están Marruecos, China o India donde los precios son menores. También Ucrania, donde las políticas vinculadas a la guerra hacen que los precios de los cereales españoles se hayan hundido.
Fitosanitarios (mal llamados pesticidas) y consumidores
Hemos escuchado en esta semana que una de las medidas propuestas por Europa en cuanto a la protección del medio ambiente es la de prohibir el uso de ciertos fitosanitarios. Parece que las protestas han hecho recular a los mandatarios en su decisión.
También en cuanto a los fitosanitarios, otra de las quejas de los agricultores es que países terceros tienen permitido el uso de “pesticidas” que en Europa están prohibidos. Es lógico pensar que, si compramos este tipo de productos aquí, podemos consumir fitosanitarios que son tóxicos o peligrosos de allí.
La reglamentación europea es muy clara al respecto, cualquier producto que quiera entrar en el mercado europeo debe cumplir con las exigencias de la normativa comunitaria. Eso significa que si aquí un fitosanitario está prohibido, cuando se analiza el producto que pretende entrar, no puede haber rastro alguno de este.
Obviamente no se analiza todo uno a uno y el riesgo cero no existe, pero esto puede ocurrir dentro y fuera de Europa. Los tramposos no entienden de fronteras. La parte buena es que cada vez hay más controles, más métodos y más garantías para que, lo que entra en Europa de forma oficial, cumpla con los requisitos establecidos.
Pesticidas y medio ambiente
Otra cosa bien distinta es lo que ocurre con el medio ambiente en estos países. Siempre y cuando no haya presencia en el producto final, ellos no tienen prohibido el uso en su terreno de los fitosanitarios.
Cuando se prohíbe un fitosanitario puede ser por seguridad para el consumidor o porque realmente provoca un daño en el terreno de uso. Si en Europa se prohíbe y en terceros países no, teniendo en cuenta que el medio ambiente es uno sólo, flaco favor nos hacemos globalmente.
El papel del consumidor
No podemos quedarnos de brazos cruzados viéndolos protestar. En nuestra mano también está la ayuda. En el etiquetado de los productos (también a granel) podemos ver el origen de las frutas y verduras. Es verdad que se ve muy pequeño o peor, lleva a confusión, como las 'naranjas valencia' de origen sudafricano que no especifican que valencia es la variedad, no el origen.
De hecho, otra de las peticiones de los agricultores es que los etiquetados sean más claros y visibles. Así que sí, podemos elegir el producto local y de temporada que además será más ecológico o el producto de fuera. Esa será la mano tendida que van a tener de nuestro lado.
Sin agricultura no hay alimento, sin alimento no hay futuro.
PD: a mí no me van a preguntar, pero me encantaría que los agricultores se unieran, en vez de ser mil pequeños peleando frente a un gigante. También quisiera que Europa desbloqueara el uso de transgénicos y tecnología CRISPR en alimentación y, puestos a pedir, que eliminaran la normativa de productos ECO y fueran realistas y sinceros con las evidencias creando políticas sostenibles (pero no de boquilla, sostenibles de verdad).