Otra vez calima, ¿una señal de que algo ha cambiado en la troposfera?
Podríamos decir que esta primavera está siendo rara por albergar tantos episodios de calima, pero no estaríamos diciendo del todo la verdad. Las intrusiones de polvo del Sahara, algunas de ellas descomunales, vienen repitiéndose en los últimos años.
Esta primavera pasan las semanas pero los fenómenos meteorológicos perduran, mostrando ya, en muchos casos, una persistencia extraordinaria. El chorro polar sigue muy ondulado y desdibujado, más de lo que suele estar en estas fechas, así ha traído borrascas, vaguadas y danas que volverán a revolver el tiempo en próximos días. Vienen jornadas de cielos plomizos y oscuros salpicados de rayos que rasgarán las nubes de siempre, con gotitas y cristalitos de hielo microscópicos, pero también de polvo en suspensión. El Sahara está a punto de dar el salto a la Península.
Dentro de unas horas la calima comenzará a progresar por el sureste peninsular, tras ser expelida por la zona más septentrional del Sahara y sobrepasar el mar de Alborán. Mañana por la tarde el cielo estará turbio en el este de Andalucía, Murcia, Albacete y la mitad sur de la Comunidad Valenciana. En la jornada del miércoles ese primer envite se irá difuminando mientras se extiende por el resto de la mitad este peninsular, pero habrá un segundo aún más intenso, saliendo entre Melilla y la ciudad portuaria de Orán, que llegará a Almería, Murcia y Alicante en la primera mitad del miércoles. Con el paso de las horas la masa de aire cargada de polvo se moverá hacia el norte, alcanzando Aragón con bastante densidad. Después la intrusión remitirá.
Durante la tarde de mañana las concentraciones de partículas PM10 repuntarán en zonas de Andalucía y del sureste de Castilla La Mancha, siendo notables en el área del Estrecho, con picos de hasta 200 µg/m3 entre Ceuta y Algeciras (45 µg/m3 es el actual umbral diario de riesgo para la salud). La mencionada segunda tanda intercederá en la insalubridad del aire del miércoles, alcanzando ese mismo extremo, de 200 µg/m3, las provincias de Málaga, Córdoba y Almería, Región de Murcia, Albacete y provincias de Alicante y Valencia.
La invasión de aire cargado de partículas de polvo no tendrá una duración muy prolongada, de apenas 36 horas, y previsiblemente no será tan sobresaliente como otros episodios recientes. No obstante, debemos hacer notar las señales que nos está mandando la troposfera desde hace unos años, en los que las invasiones de aire subtropical que velan nuestros cielos azules están incrementándose de forma notable, tanto en número como en intensidad.
Primavera de invasiones descomunales en España
Cabe recordar que venimos de intrusiones descomunales, como la que vivimos entre los días 15 y 16 de marzo. Entonces el cielo se pintó de naranja y la visibilidad se redujo de forma notable en media Península, en un envite probablemente sin precedentes entre los registros tomados en el último siglo. Esos días la concentración fue tal que saturó algunos equipos de medición, que registraron 1000 μg/m3 de partículas de polvo (PM10) porque no están preparados para medir más. Debieron haber mostrado cifras aún superiores, según arguyó hace unos días la AEMET.
Precisamente la AEMET está viendo cómo aumentan las voces críticas respecto al sistema de avisos, que solo recoge avisos amarillos -riesgo bajo- por calima atendiendo a la visibilidad prevista, sin llegar nunca a naranjas o rojos. En su momento se argumentó que no se podía concretar más debido a las limitaciones que había en la modelización de este fenómeno, pero ahora esta situación ha cambiado al ser los mapas cada vez más certeros. Gracias a esto y ante el incremento de los episodios de calima que suponen un riesgo para personas vulnerables, en general con problemas respiratorios, se tendría que considerar cuanto antes mejorar la comunicación de los riesgos que derivan del polvo del Sahara.