En junio el sol da mucho calor y si no lo diere, guardarte debes
De momento, en lo que va de mes ya hemos conseguido superar la barrera de los 40 ºC, tenido alguna noche ecuatorial e incluso ya se ha batido un récord de temperatura máxima relativa. ¿Estos calores son algo excepcional?
Que el calor cada vez nos visita antes debería ser algo obvio para todos nosotros. Lo normal en AEMET es considerar una “ola de calor” solo para julio y agosto. En los meses anteriores y posteriores a estos, a los momentos con máximas inusualmente elevadas les solemos denominar como “episodios de temperaturas altas”; podemos pensar como decía aquel anuncio “vale, admito pulpo como animal de compañía”.
En mayo de 2001 hubo un episodio de altas temperaturas que costó denominarlo verdaderamente como “ola de calor”, aún cumpliendo todos los requisitos para esta denominación, simplemente porque se padeció fuera de los meses considerados para estas situaciones meteorológicas.
Aunque parece que deberíamos ir normalizando estas denominaciones, por lo menos ahora ya se tiene en cuenta un período mayor de tiempo para avisar de “los calores”, por ejemplo, en la información que AEMET proporciona al Ministerio de Sanidad en la prevención de los efectos de los excesos de las altas temperaturas sobre la salud, se considera desde el 15 de mayo hasta el 15 de octubre.
Efemérides extremas reseñables para este mes
Lo que sí parece claro es que junio debería entrar de lleno en los meses a tener en cuenta para que los golpes de calor se consideren fácilmente como “olas de calor”, así sucedió en la padecida en 2019, aunque se produjo en los últimos días del mes, casi a caballo con julio y hubiera parecido extraño no otorgarle ese nombre.
El verano se alarga cada vez más en España, aunque de forma desigual
Si todavía no he conseguido su atención les presento algunos datos más de los sucesos meteorológicos más relevantes relacionados con “los calores tempranos”:
En 1981, el día 14 se produjo un golpe de calor que subió las máximas en el oeste peninsular de manera extraordinaria, destacando los 44 ºC que se midieron en puntos de Extremadura. El observatorio de Badajoz continúa con el dato de temperatura máxima absoluta medido ese día con 43,4 ºC.
En 1998, fue el día 10 cuando se produjo el pico de una ola de calor temprana en el área levantina, con máximas que alcanzaron los 38 ºC en Valencia, récord absoluto hasta ese momento posteriormente superado en el año 2017, y los 40 ºC en puntos del interior de la provincia.
Y desde que se inició el siglo, hemos tenido el dudoso honor de padecer tres de los junios más cálidos de toda la serie, que son los de los años 2003, 2005 y 2017, destacando este último con una temperatura media en nuestro país de 24,1 ºC, considerado el más cálido desde 1965, al haber superado en 0,1 ºC el anterior valor más alto que correspondía al largo y muy caluroso verano de 2003.
Junio de 2017 el más cálido desde 1965
En el último estudio actualizado sobre las “olas de calor” en España, realizado por AEMET, que abarca del período 1975 a 2020 se han contabilizado en este mes 9 de estos episodios. El primero en 1981, también el más temprano ya que abarcó desde el día 11 al 16, el segundo en 1994 y todos los demás ya en este siglo, años 2003, 2004, 2011, 2012, 2015, 2017 y 2019; situación que nos debería llamar poderosamente la atención y corroborar lo que venimos sintiendo, que el verano cada vez se está presentando antes.
Voy a centrarme en las efemérides que tuvieron lugar durante el mes de junio de 2017, ya que es el más cálido de la serie. También el que tiene el inicio de la segunda ola de calor más temprana, de los días 13 al 21; con la duración mayor del episodio, 9 días y durante todo el verano se sufrieron nada más y nada menos que cinco olas de calor, record absoluto desde el inicio del estudio.
Ese junio está definido como extremadamente cálido, superándose en todo el país los valores termométricos medios normales. En amplias zonas de las dos mesetas, de Andalucía, del este de Extremadura y en áreas más restringidas del nordeste de Cataluña, del sur de Aragón y zonas elevadas de Canarias, se registraron las mayores diferencias entre la temperatura media y su valor normal, alcanzando los +4 ºC. Solo esta anomalía fue inferior a 1 ºC en puntos de ambos archipiélagos y en zonas de los litorales gallego y asturiano.
Conclusiones
Incluso después de la ola de calor de 2019, donde se batieron muchos records de temperatura máxima absoluta, aún hay en las efemérides de la AEMET 8 observatorios de la red principal con el valor más alto registrado en junio de 2017, muy repartidos por la geografía peninsular, aunque principalmente se encuentran en el oeste, como son Ponferrada, Zamora, Salamanca y Cáceres.
Además, y esto es lo más llamativo de este episodio, es que en 43 de los 93 observatorios actuales se mantiene como récord el valor alcanzado en 2017 tanto de la temperatura media de las máximas, como de temperatura media mensual o de ambos, lo que da muestra de la magnitud y de la extensión de las altas temperaturas sufridas durante ese mes.
Con todos estos datos sí que parece obvio que el período a considerar para la definición de las olas de calor debería ser ampliado al mes de junio. En cambio, su alargamiento en septiembre no estaría tan claro, ya que ese mes solo se han producido 4 olas de calor, todas en la primera quincena del mes y sin un patrón tan evidente como en el mes de junio, ya que dos se produjeron en el siglo pasado y dos en este, 2006 y 2016.