Congeladores en marcha: esta noche las heladas van a ser de escándalo
Tal y como se preveía, las temperaturas están cayendo en picado. Esta madrugada algunas zonas bajarán de los -15 ºC, por eso la AEMET ha decretado avisos rojos. ¿Sabes cuáles y por qué?
La cuenta atrás empezó hace algo más de una semana, cuando el aire ártico se coló por el norte de la Península Ibérica trayendo un notable descenso de temperaturas, que aún hoy notamos y cuyos efectos se agravarán en las próximas horas. Desde entonces, se ha desencadenado una sucesión de eventos meteorológicos que culminará esta noche, con el episodio de fuertes heladas. La AEMET ha decretado avisos rojos -riesgo extremo- por bajas temperaturas en La Mancha albaceteña y conquense, Serranía de Cuenca y de Guadalajara, Albarracín, Jiloca, en la Ibérica zaragozana y en Soria. En estas zonas, esta madrugada el mercurio se podrá desplomar más allá de los -15 ºC.
Esos registros requieren de una serie de circunstancias que se van a cumplir a pies juntillas y que no van a ser desaprovechadas por los ‘congeladores’ peninsulares, entendidos como los valles interiores que tienen la orografía perfecta para que se deposite el aire frío en condiciones de calma. A las siete de la tarde, una estación de Torremocha del Jiloca ya marcaba -14 ºC y Monteagudo del Castillo -12 ºC, ambos municipios de la provincia de Teruel (red AVAMET), dentro del conocido ‘triángulo de hielo’.
Paradójicamente, las temperaturas ya están subiendo en las capas medias y altas de la troposfera, pero este incremento tardará en notarse junto a la superficie. Esta noche, a unos 1500 metros de altitud (850 hpa), la isoterma de 0 ºC ya solo abrazará el interior de la mitad este peninsular. Por eso, esta zona registrará las mínimas más extremas. Si atendemos al modelo europeo, el aire frío quedará encallado, especialmente, en torno al Sistema Ibérico y en la zona más oriental de Castilla La Mancha. Esos rincones preocupan.
Tenemos todos los ingredientes
En cuanto ha caído la noche, las temperaturas han empezado a bajar rápidamente, sobre todo en las áreas con cubierta de nieve, donde este proceso siempre es más eficiente. Está visto que en España las temperaturas solo bajan de los -20 ºC si el suelo está nevado, como hoy o mañana, pero este extremo requiere de otros ingredientes.
Uno de ellos es la ausencia de nubosidad. Si los cielos están despejados, la radiación infrarroja escapa rápidamente al espacio y así el frío aumenta de forma drástica. Otro, el viento encalmado. En las próximas horas la tranquilidad será absoluta y no habrá nada que perturbe las masas de aire, regirán por tanto las leyes físicas. El aire frío es más pesado y se depositará en las zonas deprimidas. Así se producirá el fenómeno de inversión térmica, que siempre ha sido el detonante de las heladas más adversas.
Una situación peligrosa para la salud
Hace unas horas, la meteoróloga de la AEMET Bea Hervella ha recordado la incidencia que tienen las olas de frío en la salud. La mortalidad de estos episodios supera a la generada por las olas de calor, y está relacionada con enfermedades preexistentes respiratorias o cardiovasculares, ahora más extendidas debido al coronavirus.
El Instituto de Salud Carlos III hace tiempo llegó a la conclusión de que cada día con ola de frío, en cualquier capital de España, aumenta la mortalidad media en 3,5 personas. “Esta sobremortalidad puede retrasarse dos o tres semanas a la ola de frío”, advierte Hervella. La segunda mitad de enero pinta mal.