¡Nueva previsión para enero! Una ola de frío en España, ¿utopía o realidad?
Por mucho que se retome el nombre de la borrasca Filomena, la realidad es que no hay situaciones extremas de frío a la vista. Sí parece que las temperaturas atípicamente templadas volverán a ser las protagonistas. El predominio de la dorsal anticiclónica será más acusado durante las próximas semanas.
El comienzo de 2023 ha venido marcado por un ligero cambio de tendencia que ha traído consigo lo que podemos considerar "el periodo más invernal" de lo que llevamos de estación. Esto se debe a que las altas presiones se han reforzado sobre la península y han impedido el desplazamiento de masas de aire. Debido a la baja radiación solar de esta época del año, el aire se ha ido estratificando y enfriando en las capas más bajas dando lugar a heladas nocturnas en el interior y extensos bancos de niebla en algunas regiones.
Esta situación, a pesar de ser estable y muy soleada en buena parte del país, es bastante típica durante el invierno meteorológico, mucho más que las advecciones de aire subtropical que han dejado los elevados registros de temperatura del mes de diciembre.
Sin embargo, no parece que vaya a ser un episodio duradero, puesto que durante este fin de semana se prevé un debilitamiento del anticiclón y la irrupción de varios frentes procedentes del Atlántico. La disposición traerá lluvias abundantes a la vertiente atlántica y fuertes vientos del oeste generalizados.
El nuevo escenario volverá a provocar un significativo ascenso de las temperaturas nocturnas y, por tanto, el fin de las heladas en cotas medias y bajas del interior peninsular, volviendo a un escenario más otoñal. Este episodio, no obstante, parece ser transitorio y a medida que avance esta primera quincena de enero volverá a imponerse la dorsal anticiclónica, impidiendo las precipitaciones en la mayor parte de la Península, siendo sólo más probables en los extremos norte y noroeste con la llegada de algunos frentes debilitados.
Las altas presiones aparecerán con más frecuencia
Este patrón de altas presiones y circulación de borrascas muy al norte parece que será dominante en las próximas semanas. Según las últimas actualizaciones del IFS del ECMWF, nuestro modelo de referencia, predominarán las anomalías positivas de geopotencial y presión en el suroeste de Europa, el Mediterráneo y el Atlántico próximo al sur del continente.
También las temperaturas tendrán anomalías positivas en el entorno de la Península Ibérica, si bien tenderán a aproximarse más a los valores normales de enero en el interior, donde las inversiones térmicas generadas durante los periodos de estabilidad favorezcan el enfriamiento nocturno y las heladas.
La situación de Filomena y, posterior, ola de frío de enero de 2021, fue una situación excepcional y extremadamente rara con bajas probabilidades de producirse "una en una generación". La llegada de otra situación similar en 2022 o 2023 está siendo utilizada por ciertos medios como carnaza y cebo [...]
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Aunque la incertidumbre aumenta notablemente de cara a finales de mes, esta tendencia no parece perder peso hasta entonces. Tampoco parece que vaya a cambiar el régimen de precipitaciones, siendo muy escasas en la mayor parte del territorio peninsular tras el paso de los frentes de este fin de semana. Sólo algunos puntos del norte o noroeste podrían recibir cantidades más próximas a la media del mes de enero, debido a que este tipo de situaciones permiten el paso de frentes debilitados pero frecuentes rozando el norte peninsular, donde son más eficientes.
En resumen: según el modelo europeo, enero apunta a ser un mes anormalmente cálido y además seco, a excepción de algunas regiones del noroeste. No obstante, los periodos de estabilidad, inversiones térmicas y heladas nocturnas lo alejarán de cifras extraordinarias como las registradas en meses anteriores.