¿De dónde salen estas noches tórridas y por qué no cesan? Expertos hablan
Las noches tropicales casi han dejado de ser noticia frente a la hegemonía de las tórridas o ecuatoriales, aquellas que no bajan de los 25 ºC. Los expertos de Meteored reflexionan sobre este sinfín de mínimas de insomnio.
Desde mayo venimos encadenando muchos episodios de calor, además con picos extraordinarios ligados a "olas" que han batido numerosos récords. En estos meses han trascendido sobre todo las temperaturas máximas pero las mínimas, aquellas que suelen darse de madrugada, han sido igual o más extremas imposibilitando el descanso. Nuestro director de meteorología, José Antonio Maldonado, junto con el meteorólogo Francisco Martín y el climatólogo Samuel Biener, reflexionan sobre estas noches de insominio.
José Antonio Maldonado: "vamos a seguir soportando valores parecidos durante toda esta quincena"
El mes de julio y los primeros días que llevamos de agosto se han caracterizado por temperaturas nocturnas que pueden considerarse auténticamente tropicales, con mínimas por encima de los 20 ºC en gran parte de la Península y de ambos archipiélagos.
Se da la circunstancia que puede resultar curiosa, que las mínimas se vienen produciendo cuando ya ha amanecido, a eso de las siete o las ocho de la mañana. En Madrid, por ejemplo, ha tenido lugar hoy a las 8 horas y ha sido de 25 ºC. Por tanto, los madrileños se han enfrentado a una nueva noche “tórrida”.
Lamentablemente, no podemos dar buenas noticias porque los mapas previstos nos muestran, con ligeros altibajos, que, por lo menos durante la primera quincena del mes, vamos a tener que seguir soportando valores parecidos. Mañana se prevén mínimas de 27 ºC en la ciudad de Almería, 26 ºC en Alicante y 24 ºC en Valencia, Tarragona o Córdoba. Y el problema es ese, que en las próximas semanas la previsión de las mínimas apenas cambia.
Francisco Martín: "en las últimas semanas se han cumplido todos los agravantes"
Las noches muy cálidas en España (tropicales con una mínima superior o igual a 20 ºC y tórridas, con mínimas superiores o igual a los 25 ºC) se dan, lógicamente, en los meses cálidos, especialmente en verano, cuando las condiciones de estabilidad anticiclónicas se acentúan, el calentamiento diurno es muy eficiente, las noches son muy cortas y hay poco movimiento del aire.
Estas condiciones se pueden ver realzadas y exacerbadas por otros factores adicionales. Ocurre, por ejemplo, cuando la subsidencia o descendencia de aire calienta más al aire del suelo, también al existir una entrada de aire tórrido venido desde el norte de África o cuando la población se encuentra cerca de un mar cálido con temperaturas del agua muy altas, como ocurre en el Mediterráneo occidental. En las últimas semanas hemos tenido todos estos agravantes.
Además, las noches muy cálidas también se vienen dando en las grandes ciudades, siendo el mismo núcleo urbano el que genera un "calor adicional" por el efecto de isla de calor. Las propias urbes impiden el flujo refrescante del aire ligado a las brisas nocturnas, a la vez que el asfalto, el tráfico y los edificios contribuyen a una mayor concentración del calor en el centro de la ciudad durante el día, y así resulta más difícil de disipar a lo largo de la noche.
Samuel Biener: "las noches tropicales pueden aumentar un 30% en próximas décadas"
Aunque es habitual fijarse más en las temperaturas máximas que en las mínimas, las noches tropicales están aumentando en extensión, frecuencia y duración en todo el país. Desde la década de los 70, en algunos observatorios del litoral mediterráneo y de Canarias se han triplicado o cuadruplicado. En los núcleos urbanos de ciudades como Valencia o Alicante, por ejemplo, el número de noches tropicales a lo largo del año se sitúa en torno a 90.
En la costa mediterránea hemos asimilado que el mercurio no baje de los 20 ºC en todo el verano: lo extraordinario sería quedarse por debajo de ese valor. Además, con una alta humedad relativa, lo que da lugar a sensaciones térmicas muy elevadas. Y no queda ahí, con el paso del tiempo se está volviendo habitual hablar de las noches tórridas, algo impensable hasta hace unos pocos años. El propio proceso de calentamiento, la isla de calor urbano y un Mediterráneo que se está tropicalizando son los culpables.
En Canarias resulta preocupante este incremento de las mínimas, con registros nocturnos que en ciertas situaciones no bajan de los 35º en algunas zonas. También es muy clara la tendencia al alza de las noches tropicales en el valle del Guadalquivir y en los valles de la Meseta Sur.
Para el futuro el panorama no es alentador. Las proyecciones climáticas prevén que las mínimas tropicales aumentarán en las próximas décadas hasta un 30% en algunas regiones, y además extendiéndose hacia la segunda mitad de la primavera y la primera parte del otoño. Esto tiene una serie de consecuencias: la dificultad de conciliar el sueño afecta a la salud, los turistas buscarán otros destinos climáticamente más confortables y nuestras ciudades y edificios tendrán que adaptarse a esta realidad.