Zonas más cálidas de España: ¿dónde están las temperaturas extremas?
En pleno verano el calor puede sorprender en cualquier punto de la Península, aunque bien sabemos que los valores próximos o superiores a 45 ºC están al alcance de muy pocos sitios. Aquí hablamos de ellos.
Cuando hablamos de temperaturas máximas extremas, inmediatamente pensamos en el sur peninsular y especialmente en el interior de Andalucía como la "cuna" de los registros más altos. Sin embargo, en la Península Ibérica hay factores mucho más importantes que la latitud que influyen en las temperaturas máximas y no en todos los episodios de calor intenso las encontramos en el mismo sitio.
Por lo general cualquier depresión protegida de las brisas marinas, expuesta a las subsidencias y descensos de aire y libre de nubosidad es susceptible de alcanzar temperaturas extremas, muy superiores a los 40 ºC en los episodios de calor más intensos. Estas zonas pueden consistir en una depresión fluvial interior, pero también en una zona litoral o prelitoral situada a sotavento del flujo de viento principal. Sin duda las más significativas son las siguientes...
Depresión del Guadalquivir
Quizá la más famosa de todas, y probablemente en la que se superan más frecuentemente los 40 ºC. Lo más significativo de esta zona es su extensión, pudiendo abarcar estas temperaturas un área de miles de kilómetros cuadrados. Para ello, debe existir además de una masa de aire muy cálido en niveles medios y bajos, un viento en calma o con una ligera componente este que impida la llegada de aire más fresco del Atlántico. La ausencia de brisas del oeste en este valle es lo que garantiza las máximas más altas. La máxima más elevada de esta zona es el reciente registro de Montoro (Córdoba) con 47,3 ºC el 13 de julio de 2017, que además es récord nacional si consideramos la red secundaria de AEMET.
Valles del Tajo y el Guadiana
Con características muy similares a las del Guadaliquivir, estos valles pueden alcanzar temperaturas muy elevadas en una extensión enorme a su paso por Castilla La Mancha, Extremadura y Portugal. La mayor altitud promedio de estas cuencas impide valores máximos tan elevados como los del Valle del Guadalquivir, aún así son muy similares y no es la primera vez que en un episodio de calor extremo encabezan la máxima nacional. El observatorio del aeropuerto de Badajoz, con sus 45,4 ºC de máxima absoluta es una muestra del potencial de esta zona.
Vega del Segura
Este peculiar paraje es de menor extensión que los anteriores, pero sus registros de temperatura máxima no se quedan atrás, alcanzando en ocasiones extremos casi imposibles de ver en otros puntos de la Península Ibérica. La máxima de 47,2ºC en la base aérea de Murcia, en julio de 1994, fue récord nacional hasta registrarse el de 2017. Esta zona requiere de flujos intensos del oeste en niveles bajos, justo al contrario que los valles anteriores, por lo que es frecuente que cuando este entorno destaca las temperaturas sean suaves en la vertiente atlántica. Los vientos catabáticos se encargan de hacer descender el aire ya recalentado del interior peninsular, alcanzando temperaturas extremas en esta depresión.
Valle del Ebro
Otra zona extensa que evidencia que la latitud no juega el papel principal a la hora de registrar máximas extremas, sino la altitud y sobre todo la exposición a las brisas marinas más frescas, es el Valle del Ebro. Esta depresión no registra máximas extremas con tanta frecuencia precisamente por la abundancia de días de viento fuerte, siendo el cierzo la brisa más persistente y destacable. Eso no impide que con flujos moderados del sur este valle destaque con máximas muy por encima de los 40 ºC. La temperatura más alta registrada en el aeropuerto de Zaragoza es de 44,5 ºC el 7 de julio de 2015.
Y en ocasiones hay sorpresas...
Aparte de estas regiones, existen muchos otros enclaves de menor extensión que de vez en cuando sorprenden con registros que poco tienen que "envidiar" a los de estas grandes depresiones. Este es el caso del cantábrico oriental con flujos de sur, el entorno de Ourense capital o casi la totalidad del prelitoral mediterráneo cuando hay viento de poniente, sobre todo en Andalucía oriental, litoral sur de Alicante e interior de Valencia. Todas estas zonas tienen potencial para alcanzar valores de entre 42ºC y 45 ºC como se ha podido observar recientemente.
No nos podemos olvidar de Canarias. En este caso son las islas de mayor relieve las que favorecen flujos catabáticos muy cálidos en su zona sur, facilitando que las temperaturas máximas alcancen valores sorprendentemente altos. Se han observado registros superiores a 30ºC incluso en pleno invierno y valores de 44ºC en los episodios más extremos, sobre todo en puntos del sur de Tenerife. También se dan ocasionalmente mínimas extraordinarias cuando estas brisas descendentes se mantienen por la noche.