El foco del calor extremo vivido en Grecia y Turquía apunta a España
Grecia y Turquía se recuperan de las temperaturas extremas alcanzadas estos días, sin embargo, el aire cálido presente al norte de África apunta esta vez al Mediterráneo occidental, pudiendo alcanzar a la Península Ibérica la semana que viene con temperaturas muy elevadas.
En estos momentos no parece que el calor vaya a ser un problema y menos lo parecerá a lo largo de este fin de semana, cuando se espera un descenso bastante generalizado de las temperaturas en prácticamente la totalidad de la Península Ibérica. Mañana las máximas podrían descender más de 5 ºC en amplias zonas del interior. Se trata de una nueva irrupción de aire fresco procedente del Atlántico que, al igual que las de días anteriores, mantendrá las temperaturas muy contenidas. Sin embargo, el panorama previsto para la semana que viene es muy distinto.
En los últimos días, la circulación del oeste ha tenido efectos muy notables sobre el continente europeo. Mientras que en la zona occidental las temperaturas más elevadas han sido las típicas de esta época del año, interrumpidas frecuentemente por periodos apreciablemente frescos, en el este los valores han sido muy elevados. Destacan Grecia y Turquía donde incluso han caído récords regionales de temperatura máxima absoluta, agravando una situación preocupante en la que los incendios forestales han campado a sus anchas, amenazando tanto bosques como zonas pobladas. Esta situación, no obstante cambiará durante los próximos días.
El flujo del Atlántico disminuirá sobre el suroeste de Europa y el Mediterráneo occidental, ondulándose más la circulación de latitudes medias y permitiendo que el calor del Sahara, en vez de ser barrido hacia el noreste, se mantenga en su posición. A mediados de la semana que viene, una vaguada se establecerá sobre el oeste de la Península Ibérica facilitando el ascenso de la dorsal Africana sobre el suroeste de Europa, con temperaturas muy elevadas en todos los niveles.
Volverán los 40 ºC a zonas del sur y este
Aunque la incertidumbre impide aún aclarar algunas características de este episodio de altas temperaturas, como su intensidad y duración, sí parece que la Península Ibérica se verá notablemente afectada. La situación puede ser especialmente importante en la mitad sur peninsular así como en zonas del este. La mayor parte de los escenarios previstos contemplan máximas superiores a los 40 ºC en el Valle del Guadalquivir desde el miércoles, pero también pueden acercarse o alcanzar esta cifra en el sur de Extremadura, áreas de la Meseta Sur, interior de Murcia y Comunidad Valenciana e incluso en el Valle del Ebro en días posteriores.
¿La primera ola de calor del año en España?
En los últimos episodios de calor intenso la duración o las zonas afectadas no han permitido alcanzar claramente el umbral de ola de calor. Esto fue muy notable en el episodio del 11 de julio que, pese a ser de una intensidad extrema, no alcanzó los 3 días de duración, el umbral mínimo necesario para considerarlo una ola de calor. En este caso, aunque la duración de este evento es incierta, todo apunta a que comenzará a partir del martes y se mantendrá al menos hasta el fin de semana, periodo en el cual irán cambiando ligeramente las regiones más afectadas. No es posible aventurarse a poner una fecha final, pudiendo continuar el calor intenso varios días más.
En este caso, por tanto, la duración no será un problema y serán los criterios de intensidad y extensión afectada los que puedan condicionar el que se trate o no de una ola de calor. En todo este periodo podría verse afectada casi toda la Península, aunque en principio las comunidades del Cantábrico quedarán al margen, al menos los primeros días del episodio. Habrá que esperar varios días a que se reduzca la incertidumbre en la previsión para poder concretar estos detalles.