Calentamiento global: una semana llena de récords de temperaturas
Las altas temperaturas han tomado el protagonismo meteorológico esta semana. Y, para completar la jugada, la Organización Meteorológica Mundial ha confirmado un nuevo récord en el continente blanco. Conoce más a continuación.
Este jueves la Organización Meteorológica Mundial (OMM) emitió un informe que pone en la palestra las altas temperaturas. La institución reconoció un nuevo récord en la Antártida, cuyo valor se eleva a los 18,3 °C. Se registró el día 6 febrero del año 2020 en la estación meteorológica Esperanza, perteneciente a Argentina.
Por otra parte, la OMM ha dejado sin validez un récord más elevado de temperatura que se observó el día 9 de febrero del 2020. Este valor se registró en una estación automática ubicada en la isla Seymour, y ascendió hasta los 20,75 °C. Cabe mencionar que la Antártida cuenta con menos observaciones y pronósticos climáticos que el Ártico, haciendo que la validez de estas altas temperaturas sea todo un desafío.
El comité especializado en Fenómenos Meteorológicos y Climáticos Extremos (OMM) generó una acuciosa evaluación respecto al escenario atmosférico predominante durante estos récords en la península antártica. Se determinó la presencia de un extenso centro de alta presión, provocando vientos descendentes en las laderas. Como consecuencia, estos vientos realzan el calentamiento en la zona. Este fenómeno meteorológico es conocido como efecto Foehn.
Altas temperaturas: protagonistas de la semana
A casi 500 se ha elevado el número de personas que han fallecido por la impactante ola de calor experimentada durante las recientes jornadas en Canadá. Y, lo más sorprendente, es que esta cantidad de muertes se ha generado en tan sólo 5 días. Las autoridades del país comunicaron que en Lytton la temperatura llegó a los 49,6 °C el martes (29).
Pero no sólo sufre la humanidad con estas elevadas temperaturas. En el inicio del fin de semana había 78 focos de incendios forestales activos en Columbia Británica, obligando a evacuar a varias localidades para prevenir las consecuencias del fuego. Además, el humo de estos siniestros se vuelve tóxico y afecta, principalmente, a las personas con enfermedades respiratorias.
Sin lugar a dudas, las olas de calor han llegado para quedarse un buen rato en nuestro planeta, al igual que otros eventos meteorológicos extremos. Las medidas de mitigación y adaptación urgen, pero desde un punto de vista político y económico. Todo esto es posible respaldarlo con mayor investigación científica, con un conocimiento de la cultura del país y una mejora en la educación ambiental que se imparte a la sociedad.