La OMM habla: hay más desastres meteorológicos pero con menos víctimas
El nuevo Atlas 1970-2019 de la OMM compara el impacto notificado de los extremos meteorológicos, climáticos e hidrológicos en personas y en la economía mundial, ¿interesante? Aquí te cuento más.
Alrededor de las 10:00 am, la Organización Meteorológica Mundial ha organizado una rueda de prensa para lanzar un interesante documento: el nuevo Atlas de mortalidad y pérdidas económicas por fenómenos meteorológicos, climáticos y extremos hídricos (1970-2019). Este trabajo profundiza en estos y otros muchos desafíos con tal de recopilar información sobre el riesgo de desastres a nivel mundial relacionados con el agua.
Nuevo Atlas, nueva información
Su período de estudio corresponde al tramo comprendido entre los años 1970 y 2019. Durante estas décadas se notificaron más de 11.000 desastres meteorológicos relacionados con el agua. Todos ellos, provocaron que el número de víctimas ascendiera a a 2 millones de personas y el número de pérdidas económicas a 3,64 billones de dólares.
En término de defunciones, los peores episodios climáticos ocurrieron principalmente en países menos desarrollados y en vías de desarrollo, mientras que las pérdidas económicas fueron mayores en países desarrollados o con economías en transición. Por ejemplo, en África fueron las sequías las que provocaron el 95% de las muertes durante este período de tiempo, si atendemos al objeto estudiado por el informe (Etiopía en 1973 y 1983; y Mozambique en 1981). Pese a esto, los eventos climáticos extremos más frecuentes fueron las inundaciones (60%).
Víctimas: los países menos desarrollados
La mayoría de los desastres mundiales se atribuyen a inundaciones y a tormentas. En Asia, por ejemplo, provocan el 72% de las muertes y más de 0,6 billones de dólares en pérdidas económicas. El ciclón de Bangladesh de 1991 y el ciclón Nargis en 2008 fueron los responsables del aumento de mortalidad durante el período de 1991 a 2010 y, también los causantes de implementar algún Programa de Propagación para Ciclones en Asia. Luego, en la década de 2010 y 2019 ocurrieron los eventos más costosos.
En Sudamérica el mayor número víctimas y de pérdidas económicas han llegado debido a las inundaciones. Por ejemplo, la inundación en la República Bolivariana de Venezuela a finales de 1999, que sesga significativamente las estadísticas (se cobró 30.000 vidas). La sequía de Brasil en 2014 fue, en cambio, el desastre más costoso registrado en América del Sur en la última década (5 mil millones de dólares).
La mayoría de los informes hidrometeorológicos en América del Norte, América Central y el Caribe apuntan a que las tormentas y las inundaciones son las mayores responsables de las pérdidas económicas (1,7 billones de dólares) y de víctimas (74.839). El promedio anual de los últimos 5 años es de 13,8 eventos extremos...¡y aumentando! Katrina en 2005 fue el desastre más costoso jamás registrado (163 mil millones de dólares), seguido de Harvey, María e Irma en 2017 (96, 69 y 58 mil millones respectivamente).
En Europa, el panorama es distinto. Durante los últimos 50 años han sido las temperaturas extremas tanto por frío (Francia en 1999) o por calor las que han provocado el mayor número de muertes. Por ejemplo, fueron 72.210 las vidas que se cobró la ola de calor europea en el 2003 y 55.736 vidas más las que se perdieron durante otra ola de calor Rusia en 2010.
¿Qué conclusiones se sacan?
Definitivamente las tormentas, las inundaciones y las sequías son los peligros meteorológicos climáticos más recurrentes en todo el mundo, todos ellos íntimamente relacionados y ligados con el agua. Eventos peligrosos, desastres y emergencias que cobran un alto precio en la vida y en la salud de las personas. Entre 1970 y 2019, los peligros meteorológicos, climáticos e hidrológicos fueron la causa del 50 % de todos los desastres acaecidos, del 45 % del conjunto de muertes notificadas y del 74 % de las pérdidas económicas declaradas. Una recopilación de datos que demuestran que los desastres de índole meteorológica han aumentado en los últimos 50 años y han causado más daños, pero menos muertes.
El nuevo Atlas (1970-2019) compara los impactos notificados de los extremos meteorológicos, climáticos e hidrológicos en las personas y en la economía mundial. En definitiva, una recopilación de datos devastadores que únicamente representan el 0,1 % del número total de eventos extremos climáticos en el mundo.