Para huracanes cada vez más devastadores, antídotos de la NASA
El pasado 1 de junio se dio el pistoletazo de salida a la temporada de huracanes en el Atlántico Norte y según los expertos, volverá a ser una temporada muy activa. Es por ello que la NASA está desarrollando nuevas tecnologías para estudiar la formación y el impacto de las tormentas.
Tras la desastrosas pérdidas humanas y económicas sufridas la pasada temporada en Estados Unidos, América central y el Caribe a consecuencia del aumento en número e intensidad de huracanes, la NASA ha dado un paso al frente para afrontar esta temporada con nuevas medidas de prevención.
A pesar de que las zonas más sensibles a estos fenómenos están lejos de nosotros, el pasado año el tiempo extremo se dejó sentir en todo el mundo. En Europa, dos ciclones extratropicales tuvieron un costo de 4.800 millones de euros con 30 muertes.
El nuevo observatorio de la NASA
La nueva administración americana ha puesto en marcha el Observatorio del Sistema Terrestre de la NASA con el objetivo de estudiar el cambio climático, la mitigación de desastres naturales, el combate contra los incendios y las mejoras de los procesos agrícolas.
¿Qué nombres tendrán los huracanes de 2021? ¿Cuántos habrá?
Su tarea principal será la de diseñar una serie de satélites, complementarios a los ya existentes, para crear una vista en 3D de la atmosfera terrestre. Estas imágenes tridimensionales permitirán observar la estructura interna del huracán en tiempo real: seguimiento de su desarrollo y evolución, así como medir la cantidad total de lluvia que precipitará. Si esto se consigue, los científicos comprenderán mejor los cambios en las tormentas y generarán mejores predicciones.
Nuevas investigaciones que relacionan el cambio climáticos y los huracanes
Es probable que el aumento de las temperaturas globales esté provocando un cambio en la manera en la que se comportan las tormentas. Cada vez más, existe un mayor número de ciclones que se intensifican con más rapidez, claro ejemplo de ello lo sufrimos la temporada pasada, donde nueve tormentas se intensificaron rápidamente. Este proceso ocurre cuando la velocidad de los vientos aumenta 56 km/h o más en apenas 24 horas. Estos cambios tan repentinos pueden hacer que las comunidades a su paso no tengan tiempo de prepararse adecuadamente.
Es por ello que los investigadores del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA desarrollaron un modelo mecánico de aprendizaje que podría detectar con mayor precisión las tormentas de intensificación rápida.
Además de lo rápido que los huracanes están ganando fuerza, los científicos de la NASA estudian la manera en la que el cambio climático puede estar ocasionando que las tormentas se desplacen más lentamente, lo que las hace más destructivas. Estas tormentas “a paso de tortuga” pueden alcanzar velocidades de unos pocos kilómetros por hora, descargando lluvia y vientos destructivos en un misma zona durante un periodo largo de tiempo.
Trabajando de manera conjunta con sus socios, la NASA está lista para ayudar a las comunidades a enfrentar otro año de tormentas. Esperemos que las nuevas medidas ayuden a mitigar los futuros daños causados por estos fenómenos, que sin duda, son los más violentos de nuestra naturaleza.