Noches tropicales: la temperatura del mar Mediterráneo se dispara
La llegada del calor en los últimos días ha desencadenado la escalada rápida de la temperatura superficial del mar Mediterráneo. Esto redundará en temperaturas más altas, sobre todo de noche en el este peninsular y Baleares.
Tras un inicio de año cálido en España, gran parte del mes de junio se ha mostrado más fresco de lo habitual. Al menos hasta hace unos días porque, coincidiendo con la llegada del verano astronómico, las temperaturas han registrado un notable ascenso hasta situarse en los valores normales de esta época del año o incluso superarlos. Con este ambiente caldeado, la temperatura superficial del mar Mediterráneo ha agudizado su escalada siguiendo el estándar climático. Habitualmente, en la segunda mitad de este mes y en julio sus aguas muestran la mayor ganancia de calor.
No es casual que, coincidiendo con esas fechas, vaya siendo más difícil conciliar el sueño a orillas del Mediterráneo. Igual que en los meses de marzo o abril el mar aporta una brisa fresca que atempera el mercurio, ahora se convierte en una fuente de las temidas noches tropicales.
Hoy el Mediterráneo aún muestra valores más o menos contenidos, aunque superiores a lo normal, según el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo. Las anomalías positivas se han visto casi toda la primavera, algo que por otra parte no es una sorpresa, solo sigue con la tendencia alcista que se viene observando desde los años 80 (+1.1 ºC en este periodo).
Este mediodía la boya de Puertos del Estado ubicada en aguas de Tarragona mostraba una temperatura de 23 ºC, la de Valencia 23.4 ºC y en Sa Rápita algo más de 24 ºC. Nuestra previsión, basada en el modelo del ECMWF, señala que a finales de esta semana la superficie rozará ya los 25 ºC en la zona del mar Balear. En cuestión de unos días las temperaturas del Mediterráneo ascenderán entre 1 y 2 ºC frente a nuestras costas.
¿En qué influye un Mediterráneo caliente?
Esto incrementará la probabilidad de que ciudades y pueblos bañados por el Mediterráneo registren mínimas de 20 ºC o más, que afectan a nuestra calidad de sueño y descanso. El calor puede alterar los procesos de termorregulación, aumentar el desvelo y en ocasiones impedir que lleguemos a la fase REM (Dominic Royé y Roberto Martí Ezpeleta, 2016). Entre las urbes más propensas a estos registros están Barcelona con una media anual de 43 noches tropicales, Valencia con 54, Alicante con 61 y Almería que promedia 81. Según Jorge Olcina, Doctor en Geografía de la Universidad de Alicante, las noches en las que el termómetro no baja de los 20 ºC se han cuadruplicado desde los años setenta en la zona mediterránea.
También se ha observado que las altas temperaturas en el mar Mediterráneo tienen otras implicaciones en verano, entre ellas agudizar las olas de calor europeas. Algunos estudios han concluído que fueron decisivas en la persistencia del episodio de calor extremo del verano de 2003. Después, cuando se alían con una masa de aire frío en las capas altas de la troposfera y altos valores de humedad, incrementan la intensidad de las lluvias otoñales.