Noche tropical, noche tórrida y noche infernal, ¿cuál es la diferencia?

En pleno verano, no viene mal aclarar diferencias entre los conceptos de noche tropical, tórrida e infernal. Este último término ha surgido de forma reciente como consecuencia del cambio climático.

Las ciudades mediterráneas son especialmente susceptibles a los efectos del calor nocturno. Las noches tropicales y tórridas están aumentando en estas zonas, debido a un Mediterráneo más caliente.

Las noches cálidas son cada vez más habituales en zonas costeras bañadas por el mar Mediterráneo y en puntos del interior. Multitud de estudios ponen en evidencia que el calor nocturno es igual de dañino que el diurno porque impide un adecuado descanso y agrava enfermedades previas.

Hasta ahora, los meteorólogos barajaban los conceptos de noche tropical y noche tórrida. El cambio climático está obligando a escoger nuevos términos y establecer una nueva categoría de severidad en el calor nocturno.

Noches tropicales

Hablamos de noche tropical cuando la temperatura no baja de los 20 ºC entre la puesta de sol y el amanecer. Este es un fenómeno bastante frecuente en verano, especialmente a orillas del Mediterráneo. No hay que confundir noche tropical con mínima tropical.

La temperatura mínima es la más baja registrada en un período de 24 horas y normalmente se da poco antes de la salida del sol. Puede pasar que la noche sea tropical, pero no así la mínima, debido por ejemplo a una tormenta que haga bajar la temperatura de los 20 ºC en otro momento del día.

Aunque el concepto de noche tropical no tiene en cuenta la humedad, es un factor a tener en cuenta. No se perciben de la misma forma 20 ºC con un 40% de humedad relativa que con un 80%. Algunas personas pueden sentir frío con noches tropicales por lo que dentro del calor nocturno, tienen un impacto menor.

¿Qué es una noche tórrida?

Las noches tórridas son aquellas en las que la temperatura no baja de los 25 ºC entre la puesta de sol y el amanecer. Son menos habituales, incluso en plena canícula, y van asociadas a episodios de calor importante, temperaturas elevadas del agua del mar, efecto foehn o a la isla de calor de las ciudades.

Las noches tórridas tienen un elevado impacto sobre la salud y son psicológicamente duras de sobrellevar, ya que en buena parte de la noche la temperatura puede estar en valores superiores a los 25 ºC. No es raro en estos casos que el termómetro marque 30 ºC (o más) coincidiendo con la hora de la cena.

El concepto de "noche ecuatorial" es más bien periodístico. Resulta más adecuado el término de noche tórrida.

En ciudades mediterráneas como Palma y Valencia, hay una media de 10 a 15 noches tórridas al año. Son más habituales en agosto, cuando la temperatura superficial del agua del mar alcanza sus valores más altos.

El auge de las “noches infernales”

Recientemente, algunas olas de calor han obligado a meteorólogos y climatólogos a definir un nuevo umbral de calor nocturno: la noche infernal. Estas mínimas son por suerte escasas (todavía), e implican temperaturas nocturnas que no bajan de los 30 ºC.

El pasado 12 de agosto de 2023, se registró noche infernal en nueve estaciones de Canarias. En Sant Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) la mínima fue de 35,3 ºC, en Tijarafe y Puntagorda (La Palma) las mínimas se quedaron en 34,7 ºC y 34,6 ºC respectivamente.

Las mínimas infernales también han dado el salto a la península, y por ejemplo el observatorio del aeropuerto de Málaga registró 31,6 ºC el pasado 20 de julio de 2023, batiendo su récord absoluto.

Las noches infernales pueden llegar a ser más peligrosas que el calor diurno por interferir de forma grave en el descanso nocturno. Tienen implicaciones importantes en la salud de aquellas personas que sufren enfermedades subyacentes o de aquellos barrios más desfavorecidos. La tasa de mortalidad puede dispararse durante las noches infernales.