¿Las nevadas de este invierno han acabado? Esto dicen los modelos
Este bloqueo anticiclónico no está impidiendo que las temperaturas sean invernales, como sí pasó a finales de diciembre, pero ahora las dudas se centran en las precipitaciones. ¿Nevará en febrero?
La situación actual no difiere mucho de la de días anteriores sinópticamente hablando. El bloqueo anticiclónico persiste en el oeste de Europa y no se ha movido en las últimas semanas, con este, las temperaturas están siendo muy normales para esta época del año, de hecho este fin de semana será incluso frío en buena parte del territorio. Las masas de aire cálido se mantienen muy al sur y el potente anticiclón, centrado sobre las Islas Británicas, permite que entren masas de aire fresco en niveles medios y que, por otra parte, la Península genere su propia masa de aire frío continental.
Esto dará lugar a heladas localmente fuertes durante este fin de semana, probablemente más intensas que las que hemos tenido hasta ahora, recuperándose ligeramente las temperaturas de nuevo de cara al próximo lunes, aunque sin dejar de ser invernales. La próxima semana transcurrirá con ese anticiclón de bloqueo igualmente fuerte centrado justo al norte peninsular y los modelos no admiten otro escenario como posible hasta entrado el mes de febrero.
Tanto el modelo GFS como el nuestro de confianza, el europeo (IFS-ECMWF), coinciden en que con el cambio de mes este bloqueo tenderá a debilitarse. Inicialmente se restauraría la circulación zonal en latitudes más altas y el bloqueo se desplazaría al sur. Esto significa que el anticiclón se nos colocaría justo en la vertical para después dar paso a un periodo de incertidumbre completamente normal dados los plazos a los que nos estamos moviendo, en los que un escenario de NAO positiva sería bastante probable.
Bloqueo más débil y circulación zonal alta en Europa
El escenario más probable de cara al comienzo del mes de febrero es, por tanto, el de una circulación zonal fuerte situada al norte de Europa y de un ambiente anticiclónico en el sur. Más adelante las opciones principales contempladas por el modelo Europeo se centran sobre todo en una persistencia de la circulación zonal o bien un retorno del patrón de bloqueo, pero, ¿significa esto que no haya previsión de nevadas o precipitaciones significativas este invierno?
No necesariamente tiene que ser así, de hecho queda demasiado invierno por delante como para poder afirmar tal cosa. Hay que tener en cuenta que los factores que pueden desencadenar un episodio de precipitaciones en la Península dependen de sistemas meteorológicos imposibles de predecir a largo plazo.
Sí es prudente decir que, con la previsión actual, el escenario más probable durante el comienzo de febrero es el de un tiempo estable y con heladas nocturnas, en el caso de que persista el bloqueo. Sólo si se establece un patrón de NAO positiva intenso, podrían aparecer precipitaciones en la vertiente atlántica, aunque bastante restringidas fuera de esa zona.
El modelo europeo, ante la mayor probabilidad de esos escenarios, muestra una alta probabilidad de que las primeras semanas de febrero transcurran ligeramente más frías de lo normal pero con precipitaciones relativamente escasas. Escenario que debe ser vigilado ante la ausencia prolongada de precipitaciones que se está dando en amplias zonas de la Península Ibérica. Al fin y al cabo, ninguno de estos dos patrones de circulación previstos son especialmente favorables a la hora de traer lluvias a esta región de Europa.