Ni Ámsterdam ni Venecia, este es el sorprendente pueblo español con canales navegables
España cuenta con su propia "Venecia", y se trata de un sorprendente pueblo catalán construido encima de unas marismas y que cuenta con canales navegables.
Hay un rincón de España que rivaliza con la famosa Venecia italiana, y es que Empuriabrava, también conocida como Ampuriabrava en castellano, te cautivará con su encanto único. Este pueblo catalán, situado en el municipio de Castelló d'Empúries en la comarca del Alt Empordà, en la provincia de Girona, es una joya que vale la pena visitar.
Conocida como la "Venecia española", Empuriabrava es mucho más que un destino turístico. Es una exclusiva urbanización que alberga la marina residencial más extensa de Europa, con más de 24 kilómetros de canales navegables que serpentean a través de sus calles. Este entramado acuático ofrece a los residentes acceso directo al Mediterráneo desde la comodidad de sus propias viviendas, muchas de las cuales disponen de muelles privados.
Empuriabrava es un lugar donde el lujo y la serenidad se fusionan perfectamente. Desde pasear en barca por sus canales hasta disfrutar de la exquisita gastronomía local, cada rincón de este pueblo emana un ambiente único que invita a relajarse y disfrutar de la vida mediterránea.
¿Quién construyó Empuriabrava?
Antes de que Empuriabrava se convirtiera en la exclusiva urbanización que es hoy, la zona era un extenso paraje de marismas en el corazón del Empordà. Por entonces, cinco masías dominaban el paisaje: Galgo, Moixó, Vell, Modaguer y Torre Ribota. Los propietarios de estas masías se opusieron enérgicamente a los proyectos de urbanización, ya que veían en ellos una amenaza para las tierras agrícolas y los pastizales donde cultivaban arroz y criaban ganado
Pese a esta resistencia, en 1967 el Marqués de Sant Morí, junto con los empresarios Miquel Arpa y Fernando Vilallonga, lograron convencer al Ayuntamiento de dar luz verde al proyecto. De esta forma comenzaron las obras que transformarían la zona en una urbanización de lujo, con la construcción de los primeros canales y residencias de alto nivel.
Este tipo de desarrollo, inspirado en puertos deportivos residenciales que ya tenían éxito en lugares como la Costa Azul, y se convirtió rápidamente en un codiciado destino.
En 1975 se planteó una ambiciosa expansión que añadiría 600 nuevas hectáreas a la urbanización. No obstante, el creciente movimiento ecologista comenzaba a ganar fuerza, y la preocupación por preservar los valiosos ecosistemas del Empordà se hizo cada vez más visible. Como resultado, las obras se paralizaron, y en 1983 la Generalitat de Catalunya declaró la zona como el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà. Desde entonces, la gestión de Empuriabrava ha estado en manos públicas.
¿Cómo se construyeron los canales navegables de Empuriabrava?
En la década de 1960, se concibió el diseño de los canales de Empuriabrava con el propósito de facilitar el acceso y la navegación de yates y embarcaciones recreativas. Inspirados por canales similares en Florida, que a su vez tomaron como modelo la icónica Venecia, los creadores de Empuriabrava buscaron recrear un entorno exclusivo y atractivo. Hoy en día, este destino cuenta con una población de aproximadamente 8000 residentes.
La construcción de los canales navegables de Empuriabrava requirió una transformación significativa del terreno original, que consistía en marismas y tierras de cultivo. Se realizaron excavaciones para crear los canales y se generaron islas artificiales durante el proceso.
El material extraído durante la excavación se utilizó para elevar el nivel de las parcelas y rellenar los espacios entre los canales, asegurando así la viabilidad de las construcciones y la navegabilidad de las vías acuáticas.
Para llevar a cabo esta ambiciosa obra, se recurrió a un equipo de ingenieros y arquitectos especializados en hidrología y planificación urbana. El proyecto comenzó en 1967 y, poco tiempo después, se iniciaron las obras para dar forma a los canales que hoy definen el paisaje único de Empuriabrava.
Qué hacer en Empuriabrava
Varias compañías ofrecen la posibilidad de alquilar embarcaciones para disfrutar de un día navegando o simplemente para realizar un paseo en catamarán por el golfo, una experiencia especialmente recomendable al caer la tarde. Sin embargo, Empuriabrava no se limita sólo a actividades acuáticas. Este destino también cuenta con un centro de paracaidismo reconocido a nivel mundial, donde los más aventureros pueden disfrutar de impresionantes vistas aéreas de su curioso plano urbano y los canales desde el cielo.
Si prefieres opciones más relajadas, puedes optar por pasar un día en alguna de las hermosas playas cercanas. La playa de Rubina es un lugar destacado por su entorno natural y su aspecto casi virgen. Por su parte, la playa de Can Comes, con sus extensos 4 kilómetros de arena dorada, ofrece un refugio tranquilo para desconectar. Otra alternativa es la playa principal de Empuriabrava, situada junto al pueblo, y que resulta ideal para disfrutar de un día de sol sin alejarse demasiado.