Había que decirlo: más jabón no es más limpio. ¿Qué podemos hacer?
Para las manos, para el cuerpo, la ropa, la cocina, para el suelo… limpiar y desinfectar es fundamental, pero más no es mejor y no me refiero a las veces sino a la cantidad de jabón. Tenemos asociado que más cantidad de jabón y más espuma limpiarán mejor. Si te ha explotado la cabeza, sigue leyendo.
Lo primero que deberíamos diferenciar son los conceptos de limpieza y desinfección, como se dicen así seguido parecen lo mismo, pero no lo son. Limpiar va antes de desinfectar.
La limpieza es eliminar la suciedad de las superficies combinando la acción química con detergentes, mecánica (frotar) y temperatura (agua caliente). Los detergentes tienen tensioactivos que colaboran en la limpieza. Pero necesitamos las tres acciones: calor, frotar y detergente. Sólo la capa más cercana a la superficie limpiará, el resto son burbujitas.
La desinfección elimina o reduce los microorganismos nocivos hasta niveles no perjudiciales, para eso tenemos el ejemplo de la lejía que siempre usaremos con agua fría. De nuevo, sólo la capa en contacto con la superficie tendrá efecto. Hay otro concepto, la higienización, que limpia y reduce la carga bacteriana, pero es un término poco concreto y menos controlado.
Limpiar y desinfectar. Tensioactivos y desinfectantes. Y sólo en la capa en contacto con la superficie. Pero con los años y con la publicidad, hemos asociado que más espuma es mejor y que el frotar se va a acabar. Más quisiéramos.
Cuidado al lavar los platos
De hecho, si no vemos espuma, parece que no estamos limpiando correctamente. Añadimos lavavajillas sobre el estropajo una y otra vez. El agua y la espuma se llevan mal. Cuando lavamos los platos, el jabón y el agua se unen a la suciedad formando una capa sobre el plato. La realidad es que sólo se une una primera y fina capa, el resto, es un lavavajillas sobre lavavajillas ¿Qué estamos haciendo? Pues gastar dinero sin beneficio.
Pero no queda ahí la cosa, cuanta más espuma haya, más difícil quitarlo, más agua gastaremos y más residuos de jabón pueden quedar en el plato. Por lo hablar de la mayor cantidad de tensioactivos que acabarán en el agua que se va por el fregadero contaminando el exterior.
¿Cuál es la mejor opción?
Pues al contrario de lo que pensamos. Agua caliente, estropajo con un poquito de jabón, frotar y listo.
En superficies, pasará lo mismo, si queremos desinfectar la encimera, primero debe estar limpia. Después, lejía con agua fría y con la cantidad justa.
¿Cuánto es la cantidad justa de jabón?
La que dice el fabricante. Y tiene que decirlo. Así lo especifica la normativa.
"Se harán constar las instrucciones y dosis para un uso adecuado del producto, en los casos en que su omisión pueda causar una utilización incorrecta de los mismos.
En el caso de detergentes destinados al uso doméstico para el lavado de ropa en máquinas automáticas, se indicarán las cantidades recomendadas y/o las instrucciones de dosificación, expresadas en mililitros o gramos, así como la equivalencia con el dosificador si lo hubiere, adecuado a una carga normal de lavadora y según varias clases, especificadas, de dureza de agua y uno o dos programas de lavado."
En el lavavajillas
El lavavajillas es la opción más ecológica. ¿Es necesario enjuagar los platos antes de meterlos en el lavavajillas? No lo es. Si vas a usar el lavavajillas para gastar menos agua y enjuagas los platos antes, ya has gastado más agua de la necesaria.
Eso sí, el lavavajillas limpia, no es un triturador de basura, lo que sí que hay que hacer es quitar los restos y, sin necesidad de aclarar, ya se pueden ir colocando de la forma más optimizada sin amontonar los elementos.
¿Qué programa es mejor?
Los lavados con alta temperatura consumen más, el programa ECO gasta hasta un 16% menos (según la OCU) con el lavavajillas lleno. Lo que pasa aquí es que utiliza menos calor y agua, a costa de alargar la duración del programa.
La lavadora: ¿Jabón en polvo o jabón líquido?
En el caso de manchas complicadas como las de barro suele ir mejor en polvo, pero hay que lavar a una temperatura mayor a 40 grados para asegurarnos de que se va a disolver. En cambio, el líquido vale para temperaturas más frías y si hay una mancha de las difíciles, se puede añadir un poco directamente. Eso sí, no por añadir más jabón va a limpiar mejor, la clave la de siempre: calor, agua y frotar.
¿Y en nosotros?
Ocurre lo mismo, tanto para el cuerpo como para las manos, más jabón no significa más limpio sino más residuos que pueden irritar la piel. La cantidad justa de jabón frotando con la mano y agua caliente, será mas que suficiente.