¿Manzanilla o poleo menta? Qué es mejor para tu estómago
Entre las hierbas para infusiones que son más populares para facilitar la digestión se encuentran la manzanilla y el poleo menta. Te contamos sin son efectivas y cuál lo es más.
Ya está muy cerca la Navidad, y durante este tipo de celebraciones solemos excedernos con las comidas copiosas. De hecho, la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación (SEDCA) señala que una comida típica navideña puede aportar alrededor de 1100 calorías. A ello se suman las típicas bebidas alcohólicas, representando un considerable porcentaje de la energía diaria recomendada.
Para contrarrestar los efectos de una digestión pesada, los preparados de plantas medicinales, como la manzanilla o el poleo menta, suelen ofrecer una alternativa que puede ser efectiva, y que tiene menos efectos adversos en comparación con los medicamentos.
Cómo surgen los problemas de digestión
La importancia de una digestión saludable no puede subestimarse. El cuerpo humano requiere una ingesta adecuada de nutrientes provenientes de alimentos y bebidas para funcionar de manera óptima y mantenerse en buen estado de salud. Estos nutrientes, que incluyen proteínas, grasas, carbohidratos, vitaminas y agua, son esenciales para proporcionar la energía necesaria, facilitar el crecimiento y reparar las células del organismo.
El sistema digestivo descompone químicamente los nutrientes en partículas lo suficientemente pequeñas para que el cuerpo pueda absorberlos eficientemente. Cuando este proceso no se lleva a cabo correctamente, experimentamos problemas de digestión que pueden manifestarse como dolor o molestias en el intestino. Esto sucede después de consumir alimentos que no nos sientan bien, o durante episodios de infección que causan malestar estomacal temporal.
Propiedades de la manzanilla y el poleo menta
Las infusiones de manzanilla o poleo menta se venden como soluciones ideales para reducir cólicos y dolores intestinales, prometiendo que la digestión será más llevadera. En el caso del poleo, son muchos los que hablan de sus efectos digestivos, recomendándolo para finalizar comidas indigestas. Combinado con menta, aseguran que potencia su capacidad para facilitar una digestión más ligera y rápida, aunque se desaconseja en casos de problemas estomacales.
Igualmente, la manzanilla se recomienda para estimular la digestión y eliminar gases, ya que se le atribuyen propiedades antisépticas, antibacterianas y fungicidas. Todo ello la convierte en una posible elección saludable para mantener un sistema digestivo equilibrado y eficiente.
También hay otros preparados de plantas medicinales, como el anís verde o estrellado, que son conocidos por prevenir la formación de gases, mientras que sobre la mostaza y la pimienta cuentan que favorecen la secreción gástrica.
Y si nos hemos pasado con la ingesta del alcohol, nada mejor que el cardo mariano (Silybum marianum). Destaca como una opción valiosa para prevenir la toxicidad hepática asociada al consumo de alcohol, según la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Su principal componente activo, la silimarina, no sólo previene el daño hepático, también contribuye a la regeneración celular.
Para el estómago, ¿manzanilla o poleo menta?
La manzanilla es, después del popular té, la infusión más consumida en España, y se ha promocionado siempre por sus propiedades digestivas. Se la presenta como una solución útil para abordar problemas como cólicos intestinales, procesos diarreicos, hinchazón abdominal, síntomas de reflujo y acumulación de gases.
Sin embargo, sus presuntos beneficios se apoyan más en la experiencia popular que en pruebas rigurosas. Los informes de toxicidad por su consumo son mínimos, lo que la coloca como un producto con un perfil de seguridad alto, pero no efectivo al 100%.
Por su parte, las propiedades digestivas de la menta poleo se vinculan a su capacidad antiinflamatoria y carminativa, destinada a aliviar los gases intestinales. Sin embargo, la evidencia científica es limitada. Aunque ha habido resultados positivos en la reducción del dolor y la hinchazón abdominal tras su ingesta, no hay estudios científicos específicos que avalen su uso. Al igual que con la manzanilla, se trata de otro ejemplo de medicina costumbrista sin respaldo científico.
En resumen, hay muchas personas que aseguran haberse beneficiado de los efectos de las infusiones a a nivel intestinal. Pero no existe ningún estudio científico riguroso que haya logrado demostrar que las propiedades atribuidas a la manzanilla y al poleo menta sean reales.
Dado el creciente consumo de infusiones en España, actualmente se están realizando numerosas investigaciones in vitro y en animales. En los próximos años contaremos con más información adicional sobre la validez científica de muchos de los usos tradicionales asociados a infusiones como la manzanilla o el poleo menta.