Los vendavales extremos asociados a las tormentas están aumentando su virulencia, alerta un nuevo estudio
Un reciente estudio plantea un escenario preocupante: las tormentas están generando vientos cada más destructivos y extensos que hace 40 años en Estados Unidos por el cambio climático. Aquí te contamos más.
Un estudio recientemente publicado en la prestigiosa revista Nature Climate Change, y liderado por Andreas Prein, revela que el cambio climático está aumentando la intensidad de los vientos producidos en las tormentas que cada año azotan a los Estados Unidos.
Se estima que estos fenómenos asociados a tormentas muy adversas en EE. UU. causan, de media, 26 muertes al año y pérdidas económicas de más de 2,5 billones de dólares. Por ello, estudios como este, son necesarios para determinar si la acción del hombre está produciendo tormentas más violentas y orientar estrategias para mitigar sus impactos.
Vendavales destructivos: reventones y frentes de racha
Podemos definir un reventón como una potente corriente de aire descendente generada en el seno de una nube convectiva (cumulonimbo o cúmulo), que cuando alcanza la superficie, se expande horizontalmente provocando vientos muy fuertes o incluso extremos. Es importante remarcar que los reventones no son tornados, aunque compartan con éstos algunas similitudes.
Los tornados implican vientos rotatorios, localizados, bajo una nube embudo que conecta la base de la tormenta con la superficie. Los reventones, en cambio, son vientos que soplan en línea recta desde la tormenta y tienen mecanismos de formación diferenciados de los tornados.
Los vendavales más destructivos son los derechos. Se trata de grandes sistemas tormentosos que producen una muralla de vientos muy fuertes con rachas frecuentemente huracanadas. Los derechos afectan centenares o miles de kilómetros cuadrados y pueden durar horas, por lo que la destrucción que causan es a veces comparable a la de un huracán de pequeño tamaño.
Vientos más extremos y extensos
La investigación se ha realizado empleando modelos de alta resolución, empleando potentes ordenadores. Para obtener resultados más robustos, Andreas Prein comparó los resultados de sus simulaciones numéricas con datos procedentes de 95 estaciones meteorológicas repartidas por las llanuras americanas.
Los resultados confirman lo que temían algunos meteorólogos. Los vientos lineales asociados a las tormentas en las llanuras centrales de EE. UU. se han intensificado en los últimos 40 años. Las velocidades de viento máximas, están aumentando un 2,58% por década en la zona de estudio. Los resultados también indican que la zona geográfica afectada por estos fenómenos se ha quintuplicado en las últimas cuatro décadas.
¿A qué se debe este incremento?
Los intensos vientos lineales, son el resultado de la evaporación de la lluvia y el granizo en las nubes de tormenta. Este cambio de estado, enfría el aire circundante, que al volverse más denso y pesado, se acelera hacia la superficie. Según el estudio de Prein, el cambio climático está aumentando la diferencia de temperatura entre las corrientes de aire en las tormentas y el aire ambiental que las rodea.
Esta diferencia térmica, potencia la frecuencia e intensidad de las corrientes descendentes en las tormentas, produciendo episodios de viento muy fuerte en superficie. Futuros estudios, podrían arrojar más luz sobre esta interesante y a la vez preocupante hipótesis.