Los grandes ríos del planeta están mostrando “cambios sin precedentes”
Una reciente investigación muestra cómo las presas y los cambios en los usos del suelo están alterando los flujos de sedimentos. El comportamiento observado es diferente dependiendo del hemisferio. ¿Cuáles son las causas?
La forma en la que funcionan los ríos se ve significativamente condicionada por la cantidad de sedimentos que transportan y dónde se depositan. Los sedimentos de los ríos, principalmente arenas, limos y arcillas, desempeñan un papel ecológico de gran importancia, ya que proporcionan un hábitat para los organismos río abajo y en las desembocaduras.
También es importante para la vida humana, reabasteciendo de nutrientes a los suelos agrícolas en las llanuras aluviales y amortiguando el aumento del nivel del mar debido al cambio climático al transportar arena y otros materiales a las costas.
Pero estas funciones están seriamente amenazadas: en los últimos 40 años, los humanos han provocado cambios sin precedentes y consecuentes en el transporte de sedimentos fluviales, según un reciente estudio de Dartmouth publicado en Science.
Realidades distintas, según el hemisferio
Analizando imágenes satelitales del programa conjunto Landsat del Servicio Geológico de los Estados Unidos y la NASA, y archivos digitales de datos hidrológicos, los investigadores de Dartmouth examinaron los cambios en la cantidad de sedimentos que 414 de los ríos más grandes del mundo llevaron a los océanos desde 1984 hasta 2020.
“Nuestros resultados cuentan una historia de dos hemisferios. El norte ha visto reducciones importantes en el transporte de sedimentos fluviales en los últimos 40 años, mientras que el sur se han detectado grandes aumentos durante el mismo período”, explica el autor principal y becario postdoctoral Evan Dethier.
Los hallazgos demuestran que la construcción masiva de presas en el siglo XX en el norte hidrológico global (América del Norte, Europa y Asia) ha reducido la llegada global de sedimentos de los ríos a los océanos en un 49% en relación con las condiciones previas a la construcción de los embalses.
Esta reducción se ha producido a pesar de los importantes aumentos en el aporte de sedimentos registrados en el sur hidrológico global: América del Sur, África y Oceanía. Allí, el transporte de sedimentos se ha incrementado en el 36% de sus ríos en la región debido al importante cambio en los usos del suelo.
Los cambios en el transporte de sedimentos en el hemisferio sur han sido impulsados principalmente por cambios intensivos en el uso de la tierra, la mayoría de los cuales están asociados a la deforestación. Los ejemplos notables incluyen la tala en Malasia; minería de oro aluvial en América del Sur y África subsahariana; extracción de arena en Bangladesh e India; y plantaciones de aceite de palma en gran parte de Oceanía.
En cambio, en el norte la construcción de grandes presas ha sido el principal agente de cambio de los ríos en los últimos siglos. Además, es una de las causas que explica la gran regresión que están sufriendo muchas playas, ya que cada vez llega menos material.
Prevén cambios en los ríos del hemisferio sur
Los resultados en el norte son sorprendentes y podrían presagiar cambios futuros para el sur, ya que el estudio informa que hay más de 300 presas planificadas para grandes ríos en América del Sur y Oceanía. El río Amazonas transporta más sedimentos que cualquier otro río del mundo y es un objetivo importante para la construcción de embalses.
Dethier señala que, en muchos casos en todo el mundo, los seres humanos han desarrollado la industria, la agricultura, el transporte, el turismo y otras actividades en torno a los ríos, “pero cuando la actividad humana interrumpe repentinamente el funcionamiento de los ríos, puede resultar difícil adaptarse en tiempo real a tales impactos.”
La forma en que las represas retienen los sedimentos y cómo las prácticas de uso de la tierra aumentan la erosión aguas abajo, son principios que los investigadores esperan que puedan usarse para ayudar a tomar las decisiones de planificación y las políticas de gestión ambiental en las zonas ribereñas y costeras en el futuro.