Los parásitos más extraños que pueden invadir el cuerpo humano
Pueden vivir y reproducirse bajo nuestra piel y mucosas. Este es el catálogo de algunos de los organismos más raros del planeta, incapaces de subsistir sin otro cuerpo que les cobije y alimente. Y no todos son inofensivos.
Muchas infestaciones por parásitos tienen como protagonistas una variedad de organismos bastante populares : algunos helmintos como la tenia o los gusanos intestinales; o artrópodos como ácaros, pulgas, piojos o garrapatas.
Pero hay otros muchos más desconocidos, capaces también de convertir a los seres humanos en sus huéspedes, y sobre los que conviene saber más. Especialmente, si tus aviones para este año incluyen viajar a destinos exóticos y no te apetece volver en su compañía por falta de información y medidas de precaución.
Con otros, vivimos de manera cotidiana y pacífica sin saberlo , aunque puede que su visión, un poco repulsiva, cierto, te lleve a perfeccionar tu rutina de higiene facial a partir de ahora. Allá vamos.
Demodex, el ácaro que pasea de noche por nuestra piel
El demodex es un género de ácaros microscópicos (miden menos de 1 milímetro) que viven en la piel de los mamíferos, incluidos los seres humanos. Hay dos especies principales que residen en los folículos pilosos y en las glándulas sebáceas: el Demodex folliculorum y el Demodex brevis .
Estos ácaros son comunes y, por lo general, son inofensivos. Se alimentan del sebo y de las células muertas y se reproducen en los poros y folículos pilosos. Es habitual que aprovechen la noche, mientras dormimos, para recorrer nuestra piel, especialmente la del rostro , buscando alimento. A menudo, su presencia pasa desapercibida y no causa síntomas.
Sin embargo, en algunas personas una población excesiva de ácaros demodex puede desencadenar problemas cutáneos como rosácea o dermatitis. En esos casos se pueden experimentar síntomas como enrojecimiento facial, inflamación, picazón y sensación de ardor.
El tratamiento para el exceso de demodex suele incluir el uso de medicamentos tópicos como cremas o geles, así como la limpieza facial específica para reducir la población de ácaros.
Larva migrans cutánea y las consecuencias de andar descalzo en suelos contaminados
Con este término clínico se designa una afección cutánea causada por la penetración de larvas de ciertos gusanos parásitos en la piel humana, particularmente del Strongyloides stercoralis, la larva del nematodo de la familia Strongyloides. También se la conoce como dermatitis serpiginosa o síndrome del gusano errante y es típico de países tropicales.
La infección ocurre cuando las larvas entran en contacto directo con la piel humana, generalmente al pisar suelos contaminados con heces de animales infectados. Una vez en la piel, las larvas se mueven activamente, lo que causa picazón, enrojecimiento y lesiones serpiginosas (sinuosas) que avanzan por la piel.
El tratamiento se basa en medicamentos antiparasitarios orales o tópicos para eliminar las larvas. La prevención incluye evitar el contacto directo con suelos contaminados y tomar medidas de higiene adecuadas, como lavarse bien las manos después de manipular tierra o estar en contacto con mascotas.
Trombículos, los minúsculos primos de las garrapatas
También conocidos como ácaros de la cosecha, los trombículos son las larvas de los ácaros de la familia Trombiculidae, parientes cercanos de las garrapatas. Son parásitos temporales que se encuentran en áreas de vegetación baja, pastizales o bosques.
Las larvas de los trombículos tienen un tamaño extremadamente pequeño (menos de medio milímetro) y generalmente son de color rojo brillante o naranja. Se adhieren a la piel de los mamíferos, también de los humanos, mediante el roce con la hierba.
Gracias a sus piezas bucales, llamadas quelíceros, en forma de pala, se sujetan al huésped y se alimentan de sus tejidos. Esto suele causar un picor intenso, pero la presencia de los trombículos es temporal y no suelen transmitir enfermedades. Sin embargo, el rascado excesivo sí puede desencadenar infecciones secundarias.
Nigua o piqué, una pulga tropical
La nigua (Tunga penetrans), también conocida como piqué o jigger, es una pulga específica que se localiza en ciertas áreas tropicales y subtropicales del Caribe, Sudamérica y el África Subsahariana.
Esta pulga tiene un ciclo de vida peculiar: la hembra penetra en la piel de mamíferos, incluidos humanos, se instala indefinidamente y deposita sus huevos allí.
Esto causa irritación, picazón y dolor. Con el tiempo, los huevos eclosionan y las larvas se desarrollan dentro de la piel, lo que puede generar una infección secundaria si no se trata adecuadamente, que incluso puede derivar en gangrena.
El tratamiento implica la extracción cuidadosa de la pulga. A veces, es necesario recurrir a antibióticos o tratamientos tópicos para prevenir o tratar infecciones secundarias.
Mosca de la berna, causante de miasis cutánea
La Dermatobia hominis es una mosca también conocida como "mosca de la berna" o "mosca torito", responsable de causar miasis (infección parasitaria) cutánea en seres humanos y animales.
Las moscas adultas ponen sus huevos en la piel de mamíferos, utilizando principalmente insectos vectores como mosquitos o tábanos para depositar sus huevos en ellos. Una vez que los huevos entran en contacto con la piel, las larvas eclosionan y penetran en los tejidos, donde se desarrollan.
Las larvas de Dermatobia hominis causan nódulos dolorosos en la piel del huésped, lo que puede generar molestias y, a veces, infecciones secundarias si no se tratan. Estos nódulos se conocen comúnmente como "bernes" y contienen la larva en desarrollo. Una vez que la larva ha madurado lo suficiente, sale del nódulo para continuar su ciclo de vida. También debe extirparse mediante cirugía.
Gongylonema pulchrum
El Gongylonema pulchrum es un tipo de nematodo o gusano redondo que también puede parasitar a los seres humanos. Su larva puede instalarse en la mucosa del tracto digestivo superior, como el esófago. De ahí, migrar a la boca, donde se aloja en el interior de la mejilla, labios, encías o debajo de la lengua. Puede llegar a medir varios centímetros, por lo que llega a observarse moviéndose bajo la mucosa bucal.
A menudo, las infecciones por Gongylonema pulchrum en humanos son asintomáticas o pueden causar síntomas leves y poco específicos, como sensación de cuerpo extraño, dolor leve o malestar estomacal. Las infecciones suelen ser esporádicas y se han reportado casos principalmente en áreas rurales o vinculadas al contacto con animales portadores del parásito.
El tratamiento suele implicar la extracción quirúrgica o endoscópica del gusano. Estas infecciones son raras, pero si se sospecha la presencia de este parásito, es crucial buscar atención médica para un diagnóstico y tratamiento adecuado.