Los jardines de La Granja de San Ildefonso, el Versalles español que deslumbra en primavera
La primavera es el momento ideal para disfrutar de un auténtico tesoro segoviano, los Jardines de La Granja de San Ildefonso, que lucen de manera muy especial en esta época del año.
Este año 2024 se celebran 300 años de la inauguración del Palacio Real de La Granja de San Ildefonso y de sus maravillosos jardines. Sin duda, es un buen momento para visitar ambas joyas monumentales, ubicadas a sólo a 11 kilómetros de la ciudad de Segovia, ya que habrá celebraciones especiales en torno a este acontecimiento. ¡Y todas ellas gratuitas!
Pero no hace falta ningún evento especial para visitar este precioso rincón del Parque Nacional de Guadarrama. De hecho, la primavera es uno de los mejores momentos para disfrutar de los muchos encantos que poseen los Jardines de la Granja de San Ildefonso.
Es toda un experiencia contemplar sus cuidados parterres, sus gigantescos árboles, sus canales, los peculiares laberintos vegetales, las esculturas y, por supuesto, las famosas fuentes. Todo ello al más puro estilo Versalles, pero con un cierto toque italiano.
La historia de los jardines de La Granja
A los reyes españoles les ha gustado siempre la caza. Por eso, en su momento, Felipe V se dejó caer por estos rincones de la Sierra de Guadarrama. Cuando el monarca conoció esta parte de Segovia quedó totalmente enamorado de ella, y decidió comprar todas las propiedades que los monjes jerónimos tenían en la zona.
Aquí se retiró a vivir en el año 1724, y durante los siguientes 20 años estuvo totalmente dedicado a construir este magnífico palacio, ampliando y mejorando sus jardines. Desde entonces, por aquí han pasado todos los monarcas que le sucedieron, hasta el rey Alfonso XIII.
La fundación del Real Sitio de La Granja fue una de las aportaciones más relevantes del reinado de Felipe V a la evolución de los jardines en España. Representan el paradigma de los jardines formales al estilo francés en el país, una tendencia que ganó popularidad en toda Europa hacia finales del siglo XVII. Estaba impulsada por la aclamada obra del jardinero francés André Le Nôtre, que trabajaba para Luis XIV, el famoso "Rey Sol".
El diseño de los jardines de La Granja se atribuye al arquitecto galo René Carlier, quien los concibió por completo y llevó a cabo gran parte de su realización antes de su prematura muerte, en 1722. La materialización de sus diseños prosiguió bajo la supervisión de los escultores René Fremin y Jean Thierry, junto al jardinero Esteban Boutelou, todos ellos franceses.
La abundancia de agua, proveniente de las montañas circundantes, constituyó uno de los mayores encantos del lugar para Felipe V, permitiéndole adornar el jardín con una serie de fuentes dotadas de espectaculares juegos acuáticos. Por ejemplo, los surtidores de la fuente "La Fama" alcanzan alturas superiores a los 40 metros. ¡Ya quisieran contar con unas fuentes similares en el Palacio de Versalles!
Elaboradas en plomo y luego pintadas para imitar el bronce y el mármol, junto a las estatuas de mármol conforman el conjunto escultórico más rico y mejor conservado de su época. El sistema hidráulico original se mantiene intacto, y sigue funcionando a la perfección.
Una visita imprescindible en primavera
Los hermosos jardines de La Granja de San Ildefonso abarcan 146 hectáreas, y albergan más de 60 variedades de árboles, plantas y arbustos distribuidos en bosques, zonas ajardinadas y áreas reservadas. En ellos destaca el impresionante conjunto de las fuentes monumentales, que vale la pena presenciar en funcionamiento.
Como es habitual en todos los jardines de la realeza, su estado de preservación es siempre impecable. De hecho, Patrimonio Nacional, encargado de la administración de estos jardines junto a los de Aranjuez y Campo del Moro, cuenta con un departamento especializado, el Servicio de Jardines y Montes.
Los jardines de La Granja son excepcionales todo el año, pero es en primavera, sin duda, cuando ofrecen su mejor aspecto. Podremos disfrutar de una manera espacial de espacios tan llamativos como los Jardines de Medio Punto, donde no dejan de impresionar las imponentes sequoias.
Además de contar con una amplia variedad de especies vegetales, éste es uno de los jardines más llamativos que se pueden encontrar en España. Y es debido, sin lugar a dudas, a su exquisita ornamentación.