Los hermanos Medina
La comunidad meteorológica está de luto. El pasado 1 de junio saltó a los medios la noticia del fallecimiento de Fernando Medina (1929-2017), uno de los primeros hombres del tiempo de TVE que contribuyó a popularizar la Meteorología. Un auténtico pionero.
Por mi edad (47 años en el momento de escribir estas líneas), no tengo un recuerdo nítido, detallado, ni de Mariano ni de Fernando dando el tiempo, sobre todo de la época de la televisión de blanco y negro, que es cuando ambos vivieron su edad dorada televisiva. Si bien los dos alcanzaron una gran popularidad, la figura de Mariano destacó por encima de la de Fernando y la del resto de meteorólogos de aquella primera etapa de TVE, ya que ejercía la profesión con la autoridad que le otorgaba su sólida formación científica. Durante casi treinta años compaginó su labor en los medios con distintos cargos de responsabilidad en el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) –lo que ahora es la AEMET y antes (entre 1978 y 2008) el INM–, convirtiéndose en un referente tanto fuera como dentro de la institución. Su faceta divulgadora no se limitó a sus intervenciones en radio y televisión, sino que, aprovechando su tirón mediático, publicó varios libros que reforzaron todavía más su popularidad.
Fernando Medina también demostró con creces su valía como hombre del tiempo, aunque su currículo como meteorólogo y divulgador no alcanzó al de su hermano mayor. La Meteorología llamó a su puerta gracias a Mariano, que fue quien le animó a prepararse la oposición para ingresar como Ayudante de Meteorología del SMN. Su primer destino fue la base aérea de Villafría, en Burgos. Corrían los años 60, y por aquel entonces su hermano era ya muy popular. Fernando, allí en Burgos, empezó a colaborar en la prensa y también intervenía a veces en una emisora local de radio, labor que compaginaba con la docencia, dando clases a los alumnos que hacían en Villafría la antigua Milicia Aérea Universitaria (MAU).
En 1964, la Dirección de TVE decidió emitir desde los estudios del Paseo de la Habana, en Madrid, un espacio del tiempo los domingos por la mañana, justo antes de la misa televisada. Mariano Medina propuso que su hermano fuese el encargado de conducir ese espacio. La propuesta fue admitida y Fernando inició su andadura televisiva, ya metidos en 1965, año en que apareció el UHF (la segunda cadena de TVE, actualmente La 2). Fernando Medina compaginó sus intervenciones dominicales en televisión con su trabajo en Burgos, y algo más adelante, fue apareciendo también en los espacios del tiempo de otras franjas horarias, tanto en días laborables como los fines de semana, sustituyendo a su hermano Mariano y a Eugenio Martín Rubio en períodos vacacionales y libranzas. Con la llegada a TVE de Pilar Sanjurjo y Manuel Toharia, en 1969, se completó aquel primer equipo de meteorólogos de la televisión pública.
La presencia creciente de Fernando Medina en la pequeña pantalla le fue convirtiendo en un personaje popular, lo mismo que les ocurrió al resto de sus compañeros meteorólogos. Hasta la llegada de las televisiones privadas –a principios de los 90– la única televisión que podía verse en España era TVE, por lo que aquellos espacios del tiempo llegaban a las casas de todo aquel que tuviese televisión, lo que suma muchos millones de televidentes. Fernando también empezó a intervenir con regularidad en las principales emisoras de radio, como RNE, Radio Madrid, la SER o Radio Popular (la actual COPE). Su etapa en TVE duró hasta 1984, año en que se aprobó la Ley de Incompatibilidades del Personal al Servicio de las Administraciones Públicas (Ley 53/84), lo que forzó su salida, junto a la de su hermano Mariano y Pilar Sanjurjo. Fue un final de etapa duro y amargo, principalmente por las malas formas y el trato injusto que recibieron por parte de la Dirección de TVE, que en aquel momento no reconoció la impagable labor pedagógica y de servicio público que habían llevado a cabo los tres durante tantos años.
Todos los que trabajaron con Fernando Medina, tanto en televisión, como en radio o en el servicio meteorológico, coinciden en destacar su carácter afable. Una persona muy cercana, generosa y familiar, padre de 11 hijos. Aunque algunas de las informaciones que han aparecido en prensa, los días posteriores al fallecimiento, indicaban que había nacido en la localidad toledana de Las Ventas con Peña Aguilera el 28 de abril de 1929, en realidad nació en Toledo, tal y como me ha podido precisar su sobrino Mariano (hijo mayor de Mariano Medina). Su hermano sí que nació en Ventas, y fue allí justamente donde conocí a Fernando por primera vez, en un homenaje póstumo en memoria de su hermano, que se celebró el 16 de noviembre de 2008, y donde participamos varios profesionales de Meteorología. Fueron especialmente emotivas las palabras que le dedicó a Mariano Medina su excompañera de TVE y amiga Pilar Sanjurjo. Fernando también tuvo unas palabras de recuerdo hacia su difunto hermano.
La segunda y última vez que le vi fue cuatro años más tarde, el 26 de septiembre de 2012, de nuevo con motivo de un homenaje póstumo a su hermano, que en esta ocasión tuvo lugar en la ciudad de Toledo. Fernando, junto a otros miembros de la familia Medina, asistió al acto que se celebró ese día en el paraninfo del Palacio de Lorenzana, y que tuve la oportunidad de presentar. En los últimos dos años me fueron llegando noticias del delicado estado de salud de Fernando, particularmente crítico durante los últimos meses, hasta que finalmente su corazón dejó de latir el pasado 1 de junio. Por todas las referencias que me han llegado de personas de su entorno familiar y profesional, estoy seguro de que, de haber sido de la misma generación, hubiéramos sintonizado bien. Mariano y Fernando hicieron un buen tándem y contribuyeron a popularizar la ciencia meteorológica en nuestro país. Queda aún muy vivo su recuerdo en millones de españoles. Descanse en Paz Fernando Medina.