El informe que pone en evidencia a los países europeos frente al cambio climático: "necesitamos medidas sin precedentes"
El nuevo Informe 2024 rastrea los vínculos entre el cambio climático y la salud en Europa a través de 42 indicadores. Según la investigadora del Barcelona Supercomputing Center (BSC), Rachel Lowe, este año el documento aporta pruebas sobre el empeoramiento de los impactos negativos en la salud humana relacionados con el clima en todo el continente europeo.
Entre estos impactos en la salud humana se encuentran el aumento de la mortalidad debido a temperaturas extremas, las enfermedades infecciosas emergentes, la inseguridad alimentaria y del agua. Lowe declara que “ha llegado el momento de tomar medidas sin precedentes para limitar estos impactos negativos sobre la salud en Europa y en todo el mundo”.
Los resultados del informe muestran cómo el impacto es mayor en el sur de Europa y en España que en otras zonas del continente. El aumento de las temperaturas ha sido más notorio en los países más meridionales de Europa. Este hecho implica que los valores alcanzados hayan sido extremos, ocasionando mayor número de muertes por golpes de calor y un incremento en la transmisión de algunas enfermedades infecciosas transmitidas, por ejemplo, por mosquitos.
A su vez, las horas de riesgo para la realización de actividad física y deporte al aire libre han ido ampliándose. Se han visto afectadas las actividades de exigencia media, fútbol y otras extenuantes como el ciclismo de montaña, lo que posiblemente se traducirá en la reducción de la actividad física y en un aumento del riesgo de enfermedades no transmisibles.
Hay una desigual distribución de los impactos del cambio climático en la salud
Se ha tenido en cuenta a las personas mayores, las mujeres y las zonas socialmente deprimidas en zonas urbanas y rurales. El análisis de los resultados destaca que las repercusiones del cambio climático en la salud tienden a distribuirse desigualmente. Se reflejan frecuentemente los patrones de desarrollo socioeconómico, marginación y pautas de desigualdad social existentes, que además se entrecruzan.
Por ejemplo, los hogares con ingresos bajos tienen una probabilidad susceptiblemente mayor de inseguridad alimentaria. A la vez, la mortalidad relacionada con el calor es dos veces mayor en mujeres que en hombres, algo que suele estar relacionado con una dieta desequilibrada. También la exposición al humo de incendios forestales y sus efectos nocivos son mayores en las zonas muy desfavorecidas.
Las enfermedades relacionadas con el calor, sequía, incendios forestales, inseguridad alimentaria, transmitidas por mosquitos y leishmaniasis afectan más al sur de Europa, pero en el norte se ven más afectados por el Vibrio y las garrapatas con sus consecuentes enfermedades relacionadas.
Se evidencia la falta de acción política por los países europeos para proteger la salud de la ciudadanía
El informe también pone de relieve el actual retraso en la toma de medidas por parte de los países europeos para la mitigación y adaptación al cambio climático, valorando las oportunidades perdidas para proteger y mejorar la salud con la acción climática.
Muchos de ellos son en la actualidad grandes contribuyentes en las emisiones de gases de efecto invernadero y siguen concediendo subvenciones netas a los combustibles fósiles. Para cumplir con las recomendaciones de cero emisiones netas para 2040, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), estas emisiones deberían reducirse en Europa a un ritmo tres veces superior al actual.
Las emisiones en 2021 procedentes de la combustión de combustibles fósiles fueron de entre 4 y 5 toneladas de CO2 por persona en Europa. Esta cifra es seis veces mayor que las emisiones de África, y casi tres veces más que las emisiones por persona de América Central y del Sur.
En definitiva, el Informe 2024 de The Lancet Countdown Europe sobre salud y cambio climático advierte de la necesidad de tomar medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La reducción de estas emisiones beneficiará nuestra salud con aire más limpio, mejor alimentación, reducción de las desigualdades y ciudades más habitables. Europa debería comprometerse con una transición medioambiental justa y saludable.
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Referencia de la noticia
Kim R van Daalen, Cathryn Tonne, Jan C Semenza, Joacim Rocklöv, Anil Markandya, Niheer Dasandi, et al. The 2024 Europe report of the Lancet Countdown on health and climate change: unprecedented warming demands unprecedented action. The Lancet Public Health (2024).