Los científicos han descubierto que los microplásticos están entrando en tu hígado, riñones y cerebro
Teniendo en cuenta que estamos expuestos a infinidad de estas partículas en nuestro día a día sin ni siquiera saberlo, por ejemplo con la alimentación, es fundamental tomar conciencia de esta problema.
La (cada más vez preocupante) presencia de plásticos en nuestro entorno nos puede afectar mucho más de lo que creemos. Tanto es así, que un nuevo estudio ha demostrado que la mayoría de los microplásticos que ingerimos de manera indirecta pueden llegar a otros órganos vitales de nuestro cuerpo poniendo en peligro nuestra salud.
La espectacular cantidad de microplásticos que están presentes en nuestro día a día
Y es que no somos conscientes de la cantidad de microplásticos a los que estamos expuestos. Cuando hablamos de un microplástico, nos referimos a partículas de plástico con una medida inferior a 5 milímetros, incluso más pequeños. Tanto, que son imperceptibles, y son producto de la degradación de los residuos plásticos.
Lo peor es que están presentes en nuestro menú habitual, como puede ser marisco, pescados o aves, pero también en el agua embotellada y la del grifo que bebemos a diario.
Un estudio realizado con ratones
Ha sido a través de un estudio realizado por investigadores de la división de Gastroenterología y Hepatología de la Universidad de Nuevo México en el que han experimentado con ratones. La investigación se ha basado en el agua que ingieren los roedores, en niveles parecidos a los que los humanos nos exponemos a diario.
Posibles afectaciones a riñón, pulmón, hígados y cerebro
Lo escalofriante es que, tras sólo cuatro semanas de estudio con estos animales, los investigadores concluyeron que los microplásticos llegaban a cruzar la barrera intestinal de los roedores y entraban en su circulación linfática y sistémica, provocando que éstos se acumulasen en los pulmones, hígados, riñones, y lo que es peor, en sus cerebros.
Aunque es un estudio muy incipiente sobre el que aún se sigue investigando para poder saber su posible implicación en el cuerpo humano, los datos que arrojan sobre los ratones son estremecedores: en el caso del cerebro, las partículas de los microplásticos se traspasan a este órgano produciendo en él una inflamación similar a la de las demencias.
También se ha demostrado que estas partículas diminutas pueden causar otros daños como desordenes de alimentación o reproducción y alteraciones en el metabolismo energético. Sea como fuere, y en espera de resultados más concluyentes, son ya demasiadas evidencias que nos llevan a concluir que debemos desterrar el uso del plástico en nuestro día a día.