Los bulos más virales de la DANA de Valencia en el ámbito de la meteorología

La desinformación está a la orden del día. Cualquier persona con acceso a internet puede idear informaciones completamente falsas que, con un poco de imaginación y creatividad, consigue calar en el público de una manera brillante.

Bulos
Desde geoingeniería hasta radares de precipitación para dirigir las nubes, lo que se ha dicho y podemos rebatir a nivel meteorológico.

Estos últimos días, tras el paso de la DANA tan catastrófica, han comenzado a generarse bulos de todos los ámbitos, que se han viralizado y obtenido un gran alcance, siendo consumidos por muchísima población que han caído en el error de creerlos.

En este artículo vamos a abordar los bulos del ámbito que nos compete, la meteorología y todo lo que está relacionado con ella, e intentar desmontarlos con una explicación lo más sencilla posible para que todo el público pueda entenderlo.

El radar de AEMET sí que funcionaba

Bien, en primer lugar, veamos por qué el radar de AEMET no funcionaba unos días antes de que las lluvias torrenciales asociadas a la DANA afectasen numerosos puntos de la Península Ibérica.

En septiembre del 2023, un rayo impactó contra el radar de Cullera, los sistemas de protección soportaron la descarga pero la línea de media tensión que lo alimenta resultó dañada. Desde entonces, cuando nos encontramos ante cualquier episodio de lluvias intensas, se conecta un grupo electrógeno para volver a activar el radar, pero este puede alimentar el sistema por unos días.

Por tanto, como bien ha explicado la AEMET, el radar se puso en funcionamiento la mañana del 28 de octubre y ha estado funcionando de manera ininterrumpida durante todo el episodio, dando cobertura de imágenes de radar en los momentos más críticos del día 29 de octubre.

Los radares no son capaces de mover o deshacer las nubes mediante pulsos electromagnéticos

Un vídeo se ha hecho viral donde un chico afirma cómo los radares desplazan las nubes mediante pulsos electromagnéticos, lo cual, es físicamente imposible, como bien ha explicado Benito Fuentes, meteorólogo de la AEMET en la Comunidad Valenciana.

Explicó que, para conseguir evaporar toda el agua caída durante el episodio de lluvia, sería necesaria una energía equivalente al doble de la producida en España en 2023 y que para conseguir desplazar la cantidad de vapor de agua se necesitaría una energía equivalente a la de 500 bombas nucleares como la de Hiroshima.

También se menciona en el vídeo que algunas formaciones curiosas de nubes son ocasionadas por el impacto de esos pulsos, haciendo mención a Altocumulos Undulatus (Ac un), que se forman debido a una fuerte cizalladura en altura, pudiendo ser provocada por algún accidente geográfico como una montaña.

Se ha afirmado que se han destruido presas y embalses

La realidad es que no se han destruido ni embalses ni grandes presas en la cuenca hidrográfica del Júcar, tal y como se puede comprobar en la web del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Solo se han demolido pequeñas presas obsoletas, proyectos aprobados antes de 2018.

La gran mayoría de las barreras desmanteladas son pequeños azudes o infraestructuras similares que desde hace mucho tiempo están en desuso por abandono, las cuales, en las últimas décadas estas obras han perdido su utilidad.

La siembra de nubes en Marruecos no provocó la DANA

Debido a la sequía que sufre el norte de África, se especula sobre la puesta en marcha de algunos proyectos destinados a incrementar las precipitaciones a través de la siembra de nubes en áreas de Marruecos para conseguir mejores cosechas.

No se ha encontrado ningún informe oficial que hable de este tipo de proyectos, ni tampoco ningún artículo científico que hable de resultados o conclusiones de estas supuestas operaciones.

Lo que sí que se puede afirmar, es que, en caso de que fuese verdad la realización de estos programas de siembra de nubes, sería científicamente imposible que fuesen los causantes del episodio de lluvias que afectó la última semana a muchos puntos de la península.