Los 5 pueblos abandonados más fascinantes de España
España tiene multitud de rincones maravillosos dignos de visitar, pero si tú eres de los que huye del turismo tópico y típico, apunta esta lista, porque aunque son pueblos completamente desiertos, esconden una gran belleza.
La llaman la "España vacía", multitud de pueblos que se quedaron deshabitados con el éxodo del campo a la ciudad en los años 60-70. Parecía que el Covid alimentó una nueva fuga al campo, pero fue algo momentáneo.
España tiene cerca de 3.000 pueblos abandonados y multitud de otros prácticamente despoblados
Precisamente algunos de esos pueblos abandonados son hoy auténticas joyas de arte para los amantes de la fotografía y la aventura. Lo curioso es que España tiene muchos y muy bonitos, uno de los más conocidos está ubicado en Zaragoza.
Belchite, el lugar que la CNN añadió en su lista de pueblos más fascinantes del mundo
Empezamos con este espectacular pueblo situado a 49 km de Zaragoza, de nombre Belchite. Aunque a su lado se construyó el nuevo pueblo, actualmente se conserva gran parte del antiguo, que en 1937 sufrió, y mucho, los asedios de la brutal Guerra Civil.
En la actualidad sólo encontrarás unas ruinas que impactan sobremanera, pero recomendamos pasear por el interior de las construcciones, aunque no podrás hacerlo solo, ya que desde 2013 sólo se permiten las visitas guiadas.
Llama especialmente la atención la iglesia de San Martín de Tous, que todavía conserva su cúpula agujereada. La torre y sus tres cuerpos datan del siglo XV y son de estilo mudéjar, al igual que la torre del Reloj.
Umbralejo, en Guadalajara, abandonado pero rehabilitado
Situado en la Sierra de Ayllón, es otro de esos pueblos que no puedes perderte, porque además se conserva en muy buen estado.
Y es que este lugar, que se quedó sin habitantes en 1971, formó parte del Programa de Recuperación de Pueblos Abandonados en 1984, y aunque deshabitado, actualmente luce imponente, con la rehabilitación de sus cerca de 70 construcciones, entre las que destacamos la Iglesia de la Natividad de Nuestra Señora.
Según parece, esta localidad carecía de suministro eléctrico y de agua corriente, por lo que había que ir a abastecerse a la fuente más cercana. Llovía a menudo, y las calles se convertían en un barrizal cuando llovía. Todo ello propició el abandono de sus habitantes en busca de algo mejor.
Os Teixois, Reserva Natural y Conjunto Etnográfico
El fin de la minería y el declive agrario son los causantes de que en la actualidad haya cerca de 800 pueblos deshabitados en Asturias, pero si uno nos llama la atención es el de Os Teixois.
Situado a 4 km de la villa de Taramundi y rodeado de naturaleza verde y montañas se encuentra esta maravilla de pueblo, que se hizo conocido por la cantidad de inventos hidráulicos que idearon sus habitantes, que se mantienen en la actualidad. De hecho por ello ha conseguido ser declarado Conjunto Etnográfico.
Turruncún, en La Rioja, quedó desierto en 1975
Este es otro ejemplo de cómo el declive de la minería acabó con un pueblo entero. Es el caso de Turruncún, que llegó a tener 300 habitantes, que acabaron yéndose en busca de trabajo a otras zonas.
El encanto de este pueblo radica en que se mantiene tal cual era, con construcciones como un colegio que nunca llegó a inaugurarse, o su iglesia, con un halo de misterio que rodea a estos edificios. No tienes más que hacer una búsqueda en internet y leerás cantidad de historias terroríficas sobre esta localidad.
Aceredo, el pueblo que aparece y desaparece
La historia de este pueblo, ubicado en Orense, bien merece un apartado. Si uno lo observa de lejos puede pensar que se construyó sobre el agua de una balsa, pero la realidad es bien distinta.
En realidad Aceredo estaba situado en la frontera entre España y Portugal, y en 1992 fue sumergido por decisión del gobierno portugués que decidió llenar de nuevo el embalse sobre el que estaba construido, obligando a sus habitantes a abandonarlo sin opción alguna. En la actualidad, se ha convertido en un destino turístico visitado por multitud de personas.