Los 5 mercadillos de Navidad más bonitos de Europa: ninguno está en España

Los mercadillos navideños más impresionantes del viejo continente se preparan para mostrarse en todo su esplendor a partir de mediados de noviembre. Lugares llenos de magia, historia y tradición, que transportan a un escenario de cuento a niños y mayores.

Cientos de ciudades del centro de Europa se engalanan en Navidad, como Frankfurt, en Alemania.

Entre las tradiciones invernales más encantadoras de Europa se encuentran, sin duda, los mercadillos navideños. Surgidos en la Edad Media, principalmente en Alemania, Austria y en la región francesa de Alsacia, se han expandido prácticamente por todo el viejo continente, creando una atmósfera mágica en plazas y calles cuajadas de historia.

Desde finales de noviembre, cientos de ciudades europeas transforman sus centros históricos en rincones llenos de luces centelleantes, adornos, música y aromas que evocan el espíritu navideño.

En España, sin embargo, no se trata de una tradición muy arraigada, aunque hay excepciones, como los de la plaza Mayor, en Madrid, la Feria de Santa Lucía, en pleno barrio gótico de Barcelona, o el que se organiza en el muelle de Ripa, en Bilbao.

Espíritu navideño en el corazón del viejo continente

Cada mercadillo tiene su propio carácter y encanto, que refleja las tradiciones locales, los sabores y la artesanía de la región, y donde no suelen faltar casetas de madera, tiovivos, pequeñas norias y, por supuesto, la presencia del mismísimo Papá Noel y de elfos.

Son entrañables lugares de encuentro comunitario, donde tanto vecinos como visitantes pueden disfrutar de espectáculos en vivo, coros entonando villancicos e incluso pistas de patinaje sobre hielo.

Estos son los que no te puedes perder si tienes la oportunidad de hacer alguna espada invernal por el centro de Europa.

Mercado navideño de Estrasburgo (Francia)

Estrasburgo, en Francia, ubicada en la región de Alsacia, es conocida como la "capital de la Navidad". Entre otras cosas, por sus mercadillos de decoración deslumbrante y una oferta culinaria que va desde el foie gras hasta los deliciosos bredeles, galletas típicas de la región.

La región de Alsacia es la capital europea de la Navidad.

Entre todos, destaca el de la plaza Kléber, que alberga el abeto natural de mayor altura que se decora en Europa. Cada año, cerca de dos millones de turistas acuden a la capital alsaciana para disfrutar de su espíritu festivo.

Aunque si decides visitar esta región, también podrás disfrutar de la navidad en sus pequeños pueblos, que parecen sacados de un cuento y que también se engalanan maravillosamente para esa época del año.

Striezelmarkt, en Dresde (Alemania)

Alemania atesora los mercadillos navideños más antiguos y los que conservan todo el espíritu tradicional, con artesanías hechas a mano, figuritas de belén y delicias culinarias como el pan de jengibre y las salchichas bratwurst.

Alemania alberga los mercados navideños más antiguos del continente, como este de Dresde.

Merece la pena visitar los de Frankfurt o Núremberg, y especialmente el de Striezelmarkt, en la plaza de Altmarkt de la ciudad de Dresde, la capital del estado de Sajonia. Su celebración se remonta al siglo XV.

La visita se puede aprovechar para conocer el palacio Zwinger, y el mural conocido como el Desfile de los Príncipes y, por supuesto, la Frauenkirche o Iglesia de Nuestra Señora, una magnífica iglesia luterana de la época barroca.

Mercado de Adviento de Basilea (Suiza)

El mercado de Adviento de Basilea, en Suiza, ha sido reconocido en varias ediciones por diferentes organizaciones internacionales de turismo y, también, por los propios viajeros, como el mejor de toda Europa.

El de Basilea, en Suiza, ha sido elegido varias veces el mejor mercadillo navideño de Europa.

Imprescindible recorrer los que se organizan en las plazas de Barfüsserplatz y Münsterplatz, profusamente decoradas con luces y guirnaldas y donde se pueden degustar delicias como los exquisitos quesos suizos, el pan de especias, las salchichas asadas o dulces tradicionales como las galletas Basler Läckerli.

Otras ciudades suizas donde se puede disfrutar de preciosos mercadillos navideños son las de Zúrich o Berna, que tampoco dejan indiferente al visitante.

Feria de Navidad de Városliget, en Budapest (Hungría)

Budapest, la capital de Hungría, es verdaderamente mágica en Navidad. En el Városliget o Parque de la Ciudad, a muy pocos metros de lugares de gran interés turístico como el Balneario Széchenyi o el Castillo de Vajdahunyad, se encuentra este mercadillo, uno de los más emblemáticos de la joya del Danubio.

La nieve convierte en mágica la feria de Navidad de Városliget, en Budapest.

Si tienes afición por el patinaje, junto al él encontrarás una enorme pista de hielo, que supone una de sus grandes atracciones y congrega a cientos de visitantes.

Además de este, muchos otros rincones de la ciudad están salpicados de mercados navideños – espectacular el de la Plaza Vörösmarty – que merece la pena ir descubriendo mientras se templa el cuerpo con un buen vaso de delicioso vino caliente.

Mercadillo de Navidad de Manchester (Reino Unido)

En pleno centro histórico de Mánchester se encuentra otro de los mercadillos de Navidad más bonitos de Europa. Hasta 350 casetas se instalan por la ciudad para ofrecer especialidades gastronómicas y la artesanía más típica.

El espíritu navideño se extiende por toda Manchester a través de centenares de casetas.

Durante la estancia, se puede aprovechar que la ciudad se encuentra conectada por tren con Londres para trasladarse, en apenas dos horas, a la capital británica.

Allí es posible visitar otros dos pintorescos mercadillos, el Winter Wonderland, que se ubica en el Hyde Park y es el más grande del Reino Unido, y el de Leicester Square, que guarda la cueva de Papa Noel (Santa’s Grotto).