Los 5 castillos más bonitos de España para visitar este otoño
La geografía española está trufada de fortificaciones medievales que atesoran siglos de historia, aunque la insuficiencia de fondos para su cuidado y rehabilitación amenace hoy muchas de estas singulares edificaciones.
Son épicos guardianes de los vestigios del pasado, atesoran siglos de historia, cultura y arquitectura militar, y aunque sabemos que España está salpicada de castillos, no existe un inventario oficial y muchas de estas fortificaciones se encuentran en un inexplicable estado de abandono.
Se cree que hay unos 20.000 castillos repartidos por toda la geografía española, aunque la Asociación Española de Amigos de los Castillos rebaja esta cifra a la mitad.
La mayoría fueron construidos entre los siglos IX y XV, y jugaron un papel crucial en la defensa y consolidación de los territorios durante la Reconquista, una época en la que los reinos cristianos luchaban por recuperar las tierras ocupadas.
Hoy, se enfrentan a la escasez de fondos para su rehabilitación, cuidado y protección, y también a las dificultades para identificar a los propietarios, lo que dificulta poder iniciar los trámites para su restauración.
Aunque también hay ejemplos de castillos maravillosamente bien conservados que son un excepcional polo de atracción turística para los municipios donde se ubican.
Guardianes de la historia
En España, cada región tiene castillos que cuentan su propia historia, desde las estructuras defensivas de origen islámico en Andalucía hasta los imponentes castillos medievales en Castilla y León.
Muchos fueron construidos en lugares estratégicos como colinas o junto a ríos, lo que les proporcionaba ventajas defensivas. Su arquitectura varía según la época y el contexto cultural, y mezcla influencias islámicas, góticas y románicas.
Estos son algunos de los más bonitos para visitar durante una escapada otoñal.
Castillo de Valderrobres, Teruel
En la comarca de la Matarraña, en Teruel, concretamente en el municipio de Valderrobres, se alza este imponente castillo, uno de los más importantes de Aragón, que, junto a la Iglesia de Santa María la Mayor, forma un conjunto monumental que es imprescindible visitar si se recorre la zona.
Se trata de un castillo defensivo del siglo XII, convertido en residencial en el XIV por el Arzobispado de Zaragoza. Destacan sus caballerizas, la sala capitular, las mazmorras (o pozo de la mano peluda), las cocinas y despensas y los salones nobiliarios.
Desde el paso de ronda y las almenas se observan las vistas más espectaculares de esta bonita localidad medieval, incluido su magnífico puente de piedra, del tardogótico, que salva el río Matarraña.
De la iglesia destacan su portada, la decoración escultórica de canecillos, capiteles y claves, los rosetones y la tribuna, a la que se accede por una escalera de caracol y se comunica con el castillo a través de un pasadizo.
Castillo templario de Ponferrada, León
Declarado Monumento Nacional Histórico Artístico en 1924, este bellísimo castillo localizado en la ciudad leonesa de Ponferrada, en la comarca del Bierzo, fue construido entre los siglos XI y XV y se alza sobre una colina, en la confluencia de los ríos Boeza y Sil.
En 1178, la ciudad pasa a depender de la Orden del Temple. Es entonces cuando se amplía una pequeña fortaleza, que en su origen fue un castro celta y, posteriormente, una ciudadela romana, hasta convertirlo en un magnífico castillo, lugar de referencia del Camino de Santiago.
Posteriores incorporaciones, como las caballerizas en 1848, y las numerosas reformas llevadas a cabo desde principios del siglo XX, han contribuido a la complejidad del conjunto, tal y como lo conocemos hoy en día.
Aunque la fortificación tuvo que superar una etapa oscura, en la segunda mitad del siglo XIX, cuando el Ayuntamiento vendió los muros y utilizó sus piedras para construir unas cuadras públicas y un mercado, arrendó el interior como zona de pastos, e incluso consintió su explanación para ubicar un campo de fútbol.
Castillo de Coca, Segovia
Este espectacular castillo ubicado en el municipio de Coca, en Segovia, data del 1453, cuando don Alonso de Fonseca, Arzobispo de Sevilla, con el permiso del rey don Juan II de Castilla, obtuvo la orden para su construcción. En 1928 fue declarado Monumento Histórico Nacional y, actualmente, es la sede de una Escuela de Capacitación Forestal.
El castillo está considerado una joya del estilo gótico-mudéjar en el que destaca el uso del ladrillo, no solo como material de obra, sino también como elemento decorativo. Otro de sus grandes atractivos son sus salas que cuentan con estucos y pinturas mudéjares de gran belleza.
Y una singularidad: a diferencia de la mayoría, construidos sobre un cerro, el de Coca, con su Torre del Homenaje al frente, se levantó aprovechando un meandro formado por el río Voltoya y los escarpes del terreno, lo que hace que cuente con el mejor foso de defensa de toda la provincia.
Sacro-Convento y Castillo de Calatrava la Nueva, Ciudad Real
Sobre el Cerro del Alacranejo, en el municipio manchego de Aldea del Rey, en Ciudad Real, se alza este convento-fortaleza, que históricamente dominó los territorios del Campo de Calatrava.
Enfrentado al Castillo de Salvatierra, su posición le permitía controlar una de las vías naturales más importantes que cruzan Sierra Morena y unen la meseta con el valle del Guadalquivir.
El conjunto monumental, que ocupa una superficie de 46.000 m², alberga edificios de distintas épocas, desde los siglos XIII al XVIII. Muchos de ellos se conservan en buenas condiciones, pero destaca especialmente la bellísima Iglesia del siglo XIII. Imponente la Puerta de la Estrella, la portada y su gran rosetón.
El castillo estuvo habitado ininterrumpidamente desde 1217, cuando era la sede de la orden de Calatrava, hasta 1804, momento en que se abandona definitivamente. El trazado actual es el original, empedrado en parte con motivo de la visita que realizo Felipe II en 1560.
Castillo de Xiquena, Región de Murcia
Terminamos nuestro paseo con uno de esos ejemplos injustificables de abandono, a pesar de estar catalogado Bien de Interés Cultural, que integra la lista roja de patrimonio en peligro de la asociación Hispania Nostra.
Hablamos del castillo de Xiquena, situado en Fontanares, una pedanía del municipio murciano de Lorca. De origen islámico y construcción datada en el siglo XIII, se levantó en una situación estratégica, junto con el vecino castillo de Tirieza, para vigilar la periferia del reino nazarí.
En 1433 fue conquistado por las tropas del Adelantado Mayor Alonso Yáñez Fajardo, que reforzó el enclave con una nueva muralla, adosando una torre semicircular.
En 1459 fue vendido al marqués de Villena, que lo reforzó y retuvo hasta su destrucción por las huestes del marqués de los Vélez, aprovechando las revueltas de Comunidades de 1520.