Lorenzo pasa a la historia, ya es categoría 5
Lorenzo ha dado la sorpresa y en las últimas horas ha alcanzado la categoría 5, con vientos sostenidos de 260 km/h. Un huracán de récord en la cuenca oriental del Atlántico, que en los próximos días tomará rumbo hacia el noreste. ¿Qué es lo que puede pasar? Aquí te lo contamos.
El Atlántico vuelve a sorprender en esta temporada de huracanes. Lorenzo ha alcanzado en las últimas horas la categoría 5. Un monstruo de unos 1300 kilómetros de diámetro cuya presión ha bajado hasta los 925 hPa, con vientos sostenidos de 260 km/h. Sin embargo, lo más significativo y preocupante es que es el huracán más intenso desde que hay registros en la cuenca oriental del Atlántico, a unos 45º oeste, arrebatando el anterior récord que poseía el huracán Hugo (54,6º oeste).
Jamás habíamos tenido un categoría 5 tan cerca de Europa desde que tenemos imágenes de satélite. En las últimas horas, Lorenzo se ha reforzado tras el proceso de reemplazo del ojo al encontrar condiciones muy favorables para su intensificación: aguas muy cálidas (27-28ºC), poca cizalladura en la vertical y poco aire seco en su área de influencia. Sin embargo, pocas previsiones apostaban a que alcanzaría la máxima categoría. En los próximos días tendremos que estar muy pendientes de su evolución.
Según el Centro Nacional de Huracanes, se dirigirá hacia el noreste, debilitándose poco a poco y afectando a las Azores entre el martes por la tarde y el miércoles, aunque en unas pocas horas se dejará sentir el fuerte oleaje. Probablemente llegará como huracán de categoría 2 al archipiélago, con una situación muy complicada en las islas occidentales.
Parece que en los alrededores de Azores comenzaría el proceso de extratropicalización y podría alcanzar a las Islas Británicas durante la tarde del jueves como ciclón extratropical, aunque hay algunos modelos que no descartan que toque tierra como tormenta tropical. Tendremos que estar muy pendientes del fuerte oleaje asociado a Lorenzo, que incluso podría alcanzar la costa atlántica de Estados Unidos. No obstante, hay bastante incertidumbre en la previsión como suele ser habitual en estos sistemas, y hay ensembles que lo dirigen hacia el sur de Groenlandia o Islandia, absorbido por la circulación del oeste; otros mantienen su trayectoria hacia las Británicas, y tampoco faltan miembros que lo acercan frente a las costas del noroeste peninsular, aunque es el escenario menos probable.