Lluvia de Cuadrántidas: llega el máximo, ¿hacia dónde hay que mirar?
Las Cuadrántidas son una lluvia de estrellas especialmente activa y una de las más espectaculares junto con las Perseidas y las Gemínidas. Aquí comentamos algunos detalles de este evento así como consejos para poder observarlo.
A medida que pasa el tiempo, la Tierra atraviesa zonas con mayor densidad de pequeñas partículas no mayores que un grano de arena que orbitan alrededor del Sol como si se tratara de pequeñas nubes que, cuando se cruzan en nuestro camino orbital, dan lugar a las conocidas lluvias de estrellas. El año 2019 lo hemos despedido con las Gemínidas, una importante lluvia de meteoros que a menudo llega a ser la más activa del año, y 2020 lo comenzamos con otra de similar importancia, las Cuadrántidas, que ya se pueden ver y que alcanzarán su máximo este viernes 3 de enero por la noche.
Anualmente sólo hay tres eventos capaces de superar con regularidad los 100 meteoros por hora: las Cuadrántidas, las Gemínidas y las Perseidas. Las dos últimas incluso tienen un pico de actividad frecuentemente superior a 120 meteoros por hora, siendo casi siempre las más activas del año. Es probable que no veamos una lluvia de estrellas tan activa hasta diciembre, con las Gemínidas, aunque ocasionalmente las Perseidas de agosto también alcanzan valores de frecuencia similares en los años de mayor actividad.
¿De dónde vienen?
Al igual que sucede con otras lluvias de meteoros. Las Cuadrántidas no son más que partículas de polvo desprendidas de un antiguo cometa ya inactivo. Se trata del cuerpo 2003EH1, un asteroide que se supone que puede ser el remanente de un cometa activo hace cinco siglos. Este tipo de cuerpos suelen tener órbitas bastante próximas al Sol y, tras varias rotaciones, pierden toda su actividad al evaporarse el hielo y desprenderse los gases que tiene en su interior, quedando como asteroides inertes en órbita.
¿Hacia dónde debemos mirar?
La procedencia aparente o el “punto radiante” de estos meteoros se encuentra sobre la constelación del Boyero. En nuestras latitudes suele observarse hacia el noreste en torno a medianoche y va desplazándose progresivamente hacia el noroeste según avanza la madrugada. Es fácil de localizar, puesto que puede usarse como referencia la cola de la famosa constelación de la Osa Mayor (también conocida como “el carro” o “el cazo”), la cual se encuentra muy próxima al punto radiante de las estrellas fugaces.
Las Cuadrántidas suelen estar constituidas por partículas más pequeñas que en el caso de las Gemínidas, por lo que sus trazos son poco brillantes en comparación y muy fugaces. Esto significa que para poder observarlas con detalle, son necesarias unas condiciones de transparencia y calidad del cielo bastante elevadas para poder disfrutar plenamente del espectáculo.
¿Podemos observarlas desde casa?
Este año tenemos suerte, ya que la luna se oculta cerca de la medianoche, oscureciéndose mucho el cielo a partir de esa hora y facilitando que cualquier objeto, por poco brillante que sea, pueda reconocerse con cierta facilidad. Una recomendación es observarlas desde una zona con poca contaminación lumínica, ya que un cielo contaminado nos impedirá ver la mayoría de los meteoros más débiles. Huir de la contaminación lumínica no es fácil, pero se puede conseguir rápidamente en poblaciones pequeñas y a menudo basta con un pequeño desplazamiento si vivimos en una ciudad de mayor tamaño.
El mayor impedimento que podremos encontrar será la niebla, que al parecer será densa en muchas depresiones interiores, abarcando provincias como Zaragoza, León, Toledo, Cáceres o Badajoz.