¿Cómo están influyendo las lluvias de estos días en las alergias?
Nos encontramos en plena primavera, la estación de la alergia por excelencia. Ahora mismo, miles de personas en España deben estar con la nariz taponada y deseando que llueva para que los niveles de polen bajen. ¿Realmente las lluvias influyen?
Actualmente, sufrir los síntomas de la alergia no es algo estacional, no hace falta que nos encontremos en primavera para tenerlos, pero indudablemente en estas fechas se incrementa el polen de tal forma que es mucho más probable padecer la dichosa congestión nasal, con la rinitis, o la conjuntivitis. De hecho, se suele manifestar casi siempre en las personas que son alérgicas tanto a las gramíneas, que son las más "famosas", como a otros tipos de árboles y plantas.
¿Qué es lo que nos perjudica?
El polen es un contaminante biológico de origen natural, compuesto por un conjunto de granos minúsculos que producen las plantas con semilla. Se sabe que la temperatura influye positivamente y que las precipitaciones lo hacen pero al revés, de manera negativa hacia los niveles del polen -los reducen-.
No todo el mundo es alérgico al mismo tipo de polen. El cambio de estación y el descenso de temperaturas también favorecen la concentración de ciertas partículas alergénicas en el ambiente. Aquellas plantas que polinizan durante el invierno afectan a una parte de la población, sobre todo cuando se dan días cálidos.
Situación actual de polen: nivel alto en algunas zonas
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica, las clasificaciones de concentración de polen pueden ser bastante arbitrarias. Un recuento bajo para algunos lugares, puede ser mayor para otros; al igual que puede ser bajo al inicio de la estación y remontar unas pocas semanas después. Todo ello es porque algunos pacientes experimentan síntomas con cantidades bastante bajas de polen.
Actualmente en nuestro país, las gramíneas y el las oleáceas (del olivo) son los tipos de polen con niveles más altos, teniendo en cuenta que alto para las gramíneas es de 50 granos por metro cúbico (granos/m³) y para las oleáceas es en de 200 granos/m³. En zonas de Andalucía ahora mismo el nivel de polen del olivo es de hasta 500 granos/m³ y 50 granos/m³ para las gramíneas.
Después de estos dos tipos de polen, le siguen las ortigas o urticáceas donde 20 granos/m³ resulta ser un nivel de alerta alto. En las Islas Baleares o provincias como Murcia, Córdoba, Cuenca, Guadalajara, litoral catalán y en Vigo (Galicia) las concentraciones de urticáceas ahora mismo rondan los niveles niveles de 40 granos/m³.
¿Cómo afecta la lluvia?
Ahora en primavera, en los días secos, el nivel de polen aumenta considerablemente. Sin embargo, cuando llueve la tasa de polen desciende. Esto se debe a que la lluvia empuja las partículas de polen presentes en la atmósfera hacia el suelo. Ocurre cuando el polen absorbe la humedad del ambiente, aumenta su tamaño y pierde la facultad de moverse libremente por el aire.
La situación meteorológica que estamos viviendo ahora mismo está ayundando a más de uno a poder respirar. Eso sí, en días de tormenta se podría producir una resuspensión de las partículas de polen, agravando temporalmente así la sintomatología.