¿Llegará Lorenzo a Azores? ¿Cuáles serían sus efectos?
Lorenzo es un huracán especialmente fuerte y muy poco habitual. Si bien las Azores han tenido que lidiar ocasionalmente con ciclones tropicales, este puede suponer una amenaza mucho mayor.
Cuando decimos que es un huracán extraordinario nos referimos especialmente a su ubicación y su intensidad. Recientemente Lorenzo ha sufrido un proceso de rápida intensificación (RI por sus siglas también en inglés), que suelen darse en ciclones tropicales cuando cruzan una zona con condiciones muy favorables para su desarrollo. Los topes nubosos se enfrían al aparecer tormentas más intensas de mayor altura y el anillo nuboso más interno se organiza y adquiere simetría, dejando ver un ojo despejado y muy definido. Esta intensificación le ha permitido a Lorenzo alcanzar vientos máximos sostenidos de hasta 230 km/h y una presión central de tan solo 937 hPa en estos momentos.
Pero si ya son pocos los huracanes que llegan a alcanzar esta intensidad, aún menos lo hacen en esta zona del Atlántico. Ophelia en 2017 logró ser el huracán de categoría 3 más cercano a Europa que se haya registrado, pero Lorenzo es aún más fuerte y se ha convertido en el primer huracán con vientos de más de 230 km/h en surcar las aguas del Atlántico al este del paralelo 45ºW. El único caso similar que consta en los registros es de 2011, cuando el huracán Julia alcanzó la categoría 4, en este caso con vientos de 220 km/h, al oeste de Cabo Verde.
No representa peligro para zonas habitadas, hasta el martes
Los huracanes que se generan en esta zona del Atlántico, aunque no conviene perderlos de vista, por lo general no suponen una amenaza a corto plazo al encontrarse alejados de tierra firme y por tanto de zonas habitadas. Sin embargo, la trayectoria de Lorenzo empieza a preocupar, y es que la mayoría de los escenarios previstos contemplan que afecte al archipiélago de las Azores durante el próximo martes, siendo las islas occidentales las que puedan recibir con mayor probabilidad un impacto directo. Al tratarse de un huracán especialmente fuerte, el seguimiento de este sistema cobra aún más importancia.
Obviamente, la incertidumbre existente en la predicción de un ciclón tropical como Lorenzo a 4 días vista es notable, por lo que aún habrá que esperar a que los modelos logren precisar mejor la trayectoria del sistema para poder concer qué islas podrían resultar más afectadas. Además, queda en el aire una pregunta importante: el ciclón, al llegar a Azores, se encontrará con aguas más frías y un ambiente más hostil para su desarrollo, entonces ¿con qué intensidad afectará a las islas?
Lorenzo no se disipará en su camino hacia Azores
Aunque el ambiente sea menos favorable para el desarrollo de un ciclón tropical, Lorenzo no se disipará, sino que sufrirá un proceso de extratropicalización, una “metamorfosis” durante la cual transformará su estructura de ciclón tropical en la de una borrasca de latitudes medias. Esto no necesariamente significa que se vaya a debilitar. Este proceso de hecho le da una oportunidad de mantener o incluso renovar su intensidad al dejar de depender de un océano con aguas cálidas para mantener su estructura.
A efectos prácticos, Lorenzo puede llegar a Azores con mucha fuerza, si bien no necesariamente con los vientos actuales, sí con valores parecidos y rachas muy por encima del umbral huracanado. Además su tamaño será mayor, fruto de la extratropicalización que experimentará, y la extensión de sus vientos mucho más amplia, lo que permitirá el desarrollo y propagación de un fuerte oleaje que afectará sin duda a todo el archipiélago. Desde luego, habrá que seguir vigilando con detalle su trayectoria.