Nueva lista de nombres para borrascas: ¿cuáles se nombrarán y por qué?
Desde la temporada 2017-18 empezamos a acostumbrarnos a ver ciertas borrascas con nombre. Incluso a veces hemos visto varias nombradas, unas más al sur, otras más al norte. ¿Qué depresiones se bautizan y quienes lo hacen? Es el “rosco de las borrascas”.
Como si de un concurso de televisión se tratase, al inicio de la nueva temporada de borrascas, que coincide con la reactivación de la circulación atmosférica (oficialmente el 1 de septiembre), en la página de AEMET aparece el “rosco de las borrascas” con el nombre propuesto para cada una de ellas, empezando por la “A” y terminando con la “W”.
Esto viene sucediendo desde la temporada 2017-18, cuando los servicios meteorológicos estatales de Francia, Portugal y España decidieron establecer un nuevo sistema de nombres para ciertas borrascas que facilitara la conexión con los medios de comunicación y el público en general. Esta idea seguía los pasos del Met Office británico y del Met Éireann irlandés, que ya desde la temporada 2015-16 venían haciéndolo. En todos los casos se pretendía sustituir la primitiva nomenclatura que provenía de la Universidad Libre de Berlín y que desde 1954 bautizaba a todas las borrascas.
¿Qué borrascas se nombran y por qué?
Lo que habitualmente denominamos como borrasca o depresión es un tipo de baja presión que transcurre por latitudes medias, entre los 30 y 60º. Sabemos que en estos centros de presión el viento gira hacia su interior en el sentido contrario a las agujas del reloj en nuestro hemisferio y que será más intenso cuanto más profunda sea la borrasca, es decir, cuanto menor sea la presión en su centro.
La mayor diferencia entre ambas nomenclaturas es que la actual solo pretende dar nombre a las depresiones que potencialmente puedan producir un gran impacto en bienes y personas, es lo que denominaremos "borrasca con gran impacto". Es muy importante tener presente que para poder ser bautizada no es necesario que esta depresión tenga un proceso de ciclogénesis explosiva en su origen, que es cuando se produce una caída igual o superior a 18-20 hPa en 24 horas en el centro de la baja y para nuestras latitudes.
La intención de poner nombre a las bajas presiones potencialmente dañinas quiere favorecer la comunicación entre los centros de pronóstico y sus posibles usuarios, bien sean medios de comunicación, público en general o sistemas de alerta y prevención. Se pretende que ante episodios de viento adversos, que suelen llevar asociados fenómenos costeros peligrosos, así como provocar problemas con la lluvia y la nieve, los estragos previstos sean lo menos dañinos posibles, ya que la población está más atenta a todos estos fenómenos meteorológicos adversos al identificarlos con el nombre de una borrasca.
¿Quién nombra a las borrascas... y cuándo?
En la actualidad hay cuatro grupos de centros meteorológicos que se encargan del pronóstico, control y evolución de las depresiones. AEMET se encuentra englobado desde 2017 en el Grupo Suroeste, junto a los ya mencionados servicios meteorológicos de Francia y Portugal, y desde la temporada 2019-20 se unió el de Bélgica.
Los otros grupos son, Grupo Oeste, formado por Irlanda, Reino Unido y Países Bajos; Grupo Norte, con Noruega, Suecia y Dinamarca y Grupo Central, que incluye los servicios meteorológicos oficiales de Alemania, Austria, Suiza, Polonia, República Checa, Eslovaquia y Hungría.
Para el Suroeste europeo (nuestro grupo) las borrascas que puedan ser nombradas son las atlánticas y las del Mediterráneo occidental, que afecten de Córcega hacia el oeste. Una novedad importante para esta temporada es que se podrán designar depresiones para las que se prevean impactos importantes asociados a las precipitaciones y no solo al viento (antes este último era el criterio único, siempre que supusiera al menos un "riesgo importante"), siendo imprescindibles los avisos de nivel naranja o rojo, aunque los vientos alcancen únicamente los umbrales de emisión de aviso amarillo (riesgo bajo), que en este caso corresponden a rachas máximas superiores a 70, 80 y 90 Km/h, dependiendo de las zonas.
El primer servicio meteorológico nacional que prevea la emisión de avisos naranjas o rojos bautizará a la depresión según la lista preestablecida en cada grupo de vigilancia e informará al resto de países de su entorno y coordinará la comunicación con los otros Grupos.
Relaciones y coordinaciones internacionales
Los nombres propuestos para esta temporada en el Grupo Suroeste son los siguientes:
- Aurore
- Blas
- Celia
- Diego
- Evelyn
- Fabio
- Georgia
- Hans
- Isabel
- Jean-Louis
- Konstantina
- Lucas
- Marjane
- Nikolai
- Odalys
- Paris
- Rada
- Stefano
- Taimi
- Vladimir
- Wallis
También debemos tener en cuenta que la borrasca mantendrá el mismo nombre a lo largo de todo su ciclo de vida y los avisos asociados a vientos locales o regionales, como pueden ser en nuestro caso cierzo, tramontana o levante en el Estrecho, no se tendrán en cuenta a la hora de nombrar a las borrascas de gran impacto.
La coordinación internacional es fundamental y no solo se limita a los países que forman esos cuatro Grupos. Por ejemplo, en el caso de los ciclones tropicales se deberá usar el mismo nombre dado por el Centro Nacional de Huracanes de Miami (NHC) o si se tratase de un ciclón post-tropical, se añadiría el prefijo “ex” al nombre dado por el NHC. También dentro de Europa el nombre dado a una borrasca con gran impacto por un Grupo será respetado por los demás y se comunicará a otros Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales aunque no participen activamente en el nombramiento de las depresiones.
Finalmente indicar que en los mapas con frentes de la AEMET se podrán ver los nombres de las borrascas bautizadas tanto por el Grupo Suroeste como por el Grupo Oeste.