¿Qué pasará cuando la lava llegue al océano Atlántico en La Palma?
La lava emanada por el volcán de La Palma podría interaccionar con el océano muy pronto. El contacto producirá gases tóxicos, según explica nuestro experto José Miguel Viñas.
La mengua de la actividad en el volcán de La Palma de ayer por la mañana fue pasajera. Tanto es así, que en las horas centrales volvió el penacho de humo y avanzada la tarde reapareció el vertido de lava, mucho más fluido y vigoroso que días atrás. El magma ha avanzado rápidamente sobre el camino ya abierto por la anterior colada, expandiéndose aún más por el terreno y alcanzando viviendas que habían quedado fuera de la anterior trayectoria. Según el último monitoreo de radar llevado a cabo por el Servicio de Gestión de Emergencias de Copernicus, hasta la mañana de ayer 589 edificaciones habían sido demolidas por la lava, 289 estaban cubiertas por la colada y calcularon 21 kilómetros de carreteras destruidas. Ahora las cifras serán previsiblemente superiores.
En las últimas horas el volcán ha seguido mostrando bastante actividad, con coladas de lava muy fluidas debido a la gran temperatura que muestran en su salida, de hasta 1200 ºC. Esta mañana el penacho de la erupción ha llegado a modelar las nubes, creando unas vistosas ondas de gravedad que ha acertado a fotografiar el Departamento de Volcanes del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano, allí presente. La continuidad en el vertido de lava preocupa por las construcciones que yacen en la trayectoria de la colada, que sigue en rápida expansión, y también por la futura interacción de la lava con el océano Atlántico. Los expertos entienden que esto último no tardará mucho en acontecer.
Según nuestro meteorólogo José Miguel Viñas, cuando ocurra se producirá “una evaporación muy violenta, a partir de la generación en el agua de enormes burbujas que literalmente estallan”. De ahí, advierte, saldrán penachos que “aparte de contener vapor de agua, presentarán gases volcánicos tóxicos por su elevado contenido ácido, nocivos para la salud”. Para evitar la exposición a estos previsibles gases dañinos, han sido evacuados los núcleos urbanos de San Borondón, Marina Alta, Marina Baja y la Condesa, pertenecientes a Tazacorte.
Cuando la colada contacte con el agua, saldrán despedidas nubes blanquecinas cargadas en parte de CO2 y SO2. “También puede haber gotas de ácido nítrico y sulfúrico” avisa nuestro experto. Después el viento será el encargado de acercar o alejar esa humareda de la isla, siempre considerando las zonas más próximas al área de contacto. Los expertos entienden que se trata de un riesgo local. La inhalación o contacto con estos gases puede producir la irritación de la piel, de los ojos y del tracto respiratorio. De momento, el Cabildo de la Palma asegura que la calidad del aire sigue siendo buena en la isla.