Las tormentas en la playa y la temperatura del mar
Si estás en alguna de las infinitas playas del Mediterráneo peninsular o Baleares, va a ser complicado que no hayas oído tronar en lo que llevamos de mes. Veamos el porqué de estas tormentas, qué hacer si nos pillan y… ¿tendremos más los próximos días?
El mes de agosto es el mes de vacaciones por excelencia. Para huir de los rigores del calor la gente se acerca al mar, donde la oferta lúdica es muy variada. No obstante, en estas fechas el agua del Mediterráneo está muy caliente con temperaturas que este mes ya han llegado a superar levemente los 30ºC, mientras que a 1,5m de profundidad la boya del golfo de Valencia medía 28,4ºC. Después del episodio de tormentas que hemos pasado la temperatura ha bajado un par de grados. Sigue en valores altos, pero no tanto.
La temperatura del agua del mar por sí sola no genera tormentas, no obstante, es un factor muy importante para reforzar pequeñas incursiones inestables en altura en la zona este de la Península Ibérica. Así, la inestabilidad asociada a colas de frente que en primavera únicamente dejan tormentas en los sistemas montañosos clásicos, ahora a finales del verano pueden llegar a ocasionar incluso pequeñas inundaciones como ya vimos en numerosos puntos de costa a lo largo de la semana pasada.
Y es que la superficie del mar a nivel meteorológico funciona como un acumulador de energía dada su inercia térmica. Debido a sus características físicas la temperatura en la capa más superficial del agua del mar, en contacto con la radiación solar y la temperatura más cálida del aire que lo circunda, va tomando temperatura a lo largo de la primavera y el verano de forma mucho más lenta que la tierra, que se encuentra mucho más supeditada a la radiación solar que recibe en cada momento. De la misma forma, la pérdida de temperatura del agua del mar conforme los días van haciéndose más cortos es mucho menor que la que tenemos en tierra.
Así pues, es ahora a finales de verano cuando es más probable que las tormentas que se disparan en el interior sean capaces de llegar al litoral, sin desfallecer a causa de la brisa como en primavera. Incluso es bastante probable que a primeras horas de la noche o ya de madrugada sea en la costa o mar adentro donde se formen las tormentas. En todos y cada uno de estos casos, si se oye tronar nunca hay que quedarse en la playa, ni en la arena ni mucho menos dentro del agua, ya que ambas superficies son muy planas y cualquier elemento que destaque en ellas, como nuestro cuerpo, es muy susceptible de atraer la caída del rayo.
¿Continuaremos con tiempo tormentoso en las costas mediterraneas?
Y a la pregunta de si tendremos más episodios tormentosos los próximos días, finales de agosto y septiembre son ya fechas bastante típicas para este tipo de inestabilidad, mucho más que a principios o mediados de agosto y por supuesto que junio o julio. Los modelos meteorológicos como el Centro Europeo apuestan por una inestabilización clara los próximos días en las costas catalanas y de Mallorca y Menorca, afectando en menor medida las costas del centro y norte de la Comunidad Valenciana e Ibiza. Habrá que seguir las sucesivas actualizaciones del modelo. Desde @stormchaserssp no las perderemos de vista.